Aceleró y se fue a por el guardia civil con el coche para asegurarse la huida tras robar piñas en las inmediaciones de Toro el 19 de noviembre de 2012. El agente se libró de un atropello seguro porque la graba que había en la zona donde le localizaron provocó que el turismo patinase y "derrapó, por eso no pudo salir rápido", lo que no habría evitado la embestida. Además, el agente tuvo los suficientes reflejos para "saltar" y evitar el turismo, relataron los agentes. "Si no llega a derrapar, me atropella", aseguró el guardia, que se colocó delante de la automóvil para darle el alto, momento en el que "aceleró".

El arresto del acusado, de iniciales C.V., y de sus cómplices se produjo tras emprender una persecución por Toro, en una de cuyas calles pudieron ser alcanzados porque "pararon, se averió el vehículo". La patrulla que localizó a los fugados fue requerida para que se uniera a la actuación policial después de que los ladrones se dieran a la fugar por la localidad toresana.

En el turismo, en cuyo maletero transportaban en dos sacos 60 kilos de piñas robadas, viajaban tres personas, entre ellas el imputado, que se enfrenta a una año de cárcel por atentado a la autoridad, seis meses de reclusión por el hurto de las piñas, y 8 días de localización. Los guardias pudieron detener a los imputados por sustraer las piñas ese 19 de noviembre, hacia las 17,13 horas, a pesar de la "actitud contraria" de los tres y de su falta de colaboración.

El agente al que intentó atropellar relató en el juicio que "fui a darle el alto y al verme, intentó embestirme", se vio sorprendido por un acelerón que pudo costarle la vida, de acuerdo con lo manifestado por su compañero.

En el momento del arresto, el acusado mantuvo una "actitud amenazante y desafiante, no quería bajar del vehículo", concretó el guardia. "No hacían caso ni él -el acusado- ni su hermano. Hubo que detenerlos".

La defensa del imputado exigió la absolución al cuestionar que se hubiera producido la embestida, mientras ponía el acento en que "el agente dice que pudo esquivar el coche porque derrapó", por lo que puso en cuestión que se hubiera producido esa situación. La conclusión para el letrado es que "el acometimiento a la gente no existe", por lo que no debe ser condenado a ninguna pena de prisión por el delito de atentado a la autoridad.

La Fiscalía Provincial insistió en que el procesado aceleró poniendo en peligro la vida del agente y en que el arresto tuvo lugar sin que este mostrara ninguna colaboración con los guardias civiles, sino todo lo contrario, por lo que mantuvo la acusación por el delito de atentado a la autoridad, además del de hurto.

El juicio se celebró el jueves pasado en la capital en ausencia del procesado, al que el Juzgado de lo Penal intentó localizar sin éxito.