Las mujeres zamoranas en riesgo de exclusión social o situación de especial vulnerabilidad se beneficiarán de la ampliación que la Junta de Castilla y León ha acordado para financiar el programa Empleo Mujer, que dota con 160.000 euros para este año y que ha permitido el ejercicio pasado que tres de cada diez beneficiarias obtuviera un empleo. En la provincia zamorana fueron tres personas las que abandonaron las filas del paro, según los datos facilitados por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. En toda la comunidad, suman 38 las mujeres que han alcanzado la integración laboral.

Ese incremento de la dotación presupuestaria permitirá alcanzar a 100 víctimas de violencia de género y a 130 mujeres en situación de vulnerabilidad, a través de dos proyectos diferenciados. La iniciativa se desarrolla en colaboración con la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

El destino laboral de estas mujeres que lograron su autonomía económica tras concluir el programa estuvo en los sectores como la limpieza, la hostelería, la restauración, la industria, el comercio y la ayuda a domicilio. El objetivo se ha cumplido gracias a la participación de 37 empresas de la comunidad autónoma, según los datos difundidos ayer por la Consejería y que recogen las agencias de noticias.

La consejera de Familia, Alicia García, y el director técnico de la Fundación Santa María la Real, Gumersindo Bueno, presentaron ayer los resultados del programa Empleo Mujer en 2016, así como las iniciativas para este ejercicio para proporcionar a las mujeres vulnerables o en riesgo de exclusión social herramientas, habilidades y capacidades para acceder al empleo. "Se trata de que estas mujeres ganen en autonomía e integración social, que puedan acceder a un empleo y que permanezcan en él", indicó la responsable de Familia. En el año pasado, se beneficiaron 130 mujeres de los procesos de formación y desarrollo de habilidades sociales, paso importante para que obtengan su autonomía y para que puedan mejorar su calidad de vida. Todas las mujeres son usuarias de los servicios sociales de la Junta, en riesgo de exclusión social, como se ha dicho, víctimas de violencia de género, que viven en casas de acogida, o son destinatarias de los programas para mujeres en situación de especial vulnerabilidad o de la Renta Garantizada. El programa se desarrolla en todas las provincias de la comunidad.