El Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA regresó ayer tras el descanso navideño con la presencia del periodista burgalés Graciano Palomo, quien diseccionó la realidad por la que atraviesa el país con su conferencia "España hoy" e hizo un detallado análisis de la situación política actual, destacando que Mariano Rajoy ha sabido "resurgir" tras las elecciones del 20 de diciembre. Además, abogó por el papel fundamental del periodista en la sociedad, aunque "cada vez esté más complicado ser independiente".

-¿Con qué España nos encontramos en la actualidad?

-Es una España contradictoria. Por un lado, se trata de un país que la cuarta potencia económica de la Unión Europea, o la tercera, tras la salida del Reino Unido, disponemos de una renta per cápita cercana los 30.000 dólares y tenemos una proyección internacional extraordinaria de nuestras grandes empresas. Pero, al mismo tiempo, hay mucho paro y una gran precariedad laboral. También hay otro elemento muy interesante, que personalmente estudio mucho, y que se refiere a que, frente la mediocridad enorme de la universidad española, hay una élite que está compitiendo de forma extraordinaria en el mundo, desde ingenieros hasta físicos. En el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, por ejemplo, hay alrededor de 150 españoles, chavales jóvenes que son auténticos número uno.

-¿Y cómo es la situación en el campo de la política?

-Por primera vez, desde la restauración democrática, se ha dado una inestabilidad política. Además, frente al Estado existen también elementos de ruptura que son absolutamente incomprensibles en una sociedad abierta y globalizada como es la nuestra.

-¿Habría cambiado algo si al final los españoles hubiesen estado llamados a unas terceras elecciones?

-Habría cambiado todo completamente. Creo que el país hubiera entrado en una crisis profundísima. Algo que ya hubo tras el 20-D, pero, en este caso, se habría dado un rumbo hacia lo desconocido. En España parece complicado que haya un centro derecha o un centro izquierda y creo que es por la Guerra Civil, que 80 años después no se ha olvidado. Si no, es inentendible. Aunque es cierto que en los grandes asuntos hay acuerdo y eso es bastante bien acogido por la opinión pública, que lo que quiere son resultados.

-¿Por qué parece que la corrupción no afecta al Partido Popular en las urnas y sigue siendo el partido más votado?

-La corrupción es letal y en cierto aspecto ha sido generalizada. Desde el inicio de la transición democrática la corrupción no se paga en las urnas, solo si un juez lo decide. Y es algo decepcionante. Lo primero que hay que hacer es ser limpio. En Estados Unidos, por ejemplo, si un senador utiliza un sello para mandar una postal a una novia, estás acabado. Pero aquí somos latinos y católicos, no protestantes ni cuáqueros.

-¿Y por qué siguen los españoles confiando en ellos?

-Confían porque el conjunto de la izquierda no ofrece garantías, sobre todo en los asuntos de comer, que es lo que le interesa a la gente. Además, la etapa de Zapatero todavía está muy presente, porque España iba como un cañón y lo dejó como un solar. Eso a pesar de la corrupción es lo que le ha dado todavía al PP ser el partido no hegemónico pero sí mayoritario.

-Y con Mariano Rajoy como líder.

-Es un buen administrador. Se le puede encomendar el fondo de pensiones o la educación de tu hijo, pero no es un líder al estilo Kennedy, ni siquiera Trump.

-Hace años escribió un libro sobre él titulado "El hombre impasible", ¿es ese el adjetivo que mejor le define?

-Creo que básicamente es un hombre serio, guste más o menos a la gente. No es un cantamañanas. Yo mismo pensé tras el 20-D que estaba acabado y ahora es el amo, no tiene oposición porque, entre otras cosas, al investirse presidente tiene el arma de convocar elecciones e imponerse al resto de oponentes políticos. Se trata de un hombre con un enorme sentido del humor además, como diría uno de mi pueblo, un cachondo, aunque no lo aparente para nada.

-¿Se le puede considerar el único líder europeo de los actuales que sigue en pie?

-Ahora mismo con las elecciones alemanas no sé qué pasará con Ángela Merkel, pero el único que tiene garantizado hoy por hoy el puesto de primer ministro es cierto que es Mariano Rajoy. Todos los demás han ido cayendo, desde Renzi hasta Sarkozy, como también caerá Hollande.

-¿Y cuál puede ser la razón?

-En algún sentido, esta situación es muy franquista, ya que el tiempo él lo ve con otros ojos. Lo cierto es que lo han dado por muerto muchas veces, la última vez desde las pasadas elecciones del 20-D. Creíamos de verdad que estaba acabado, porque no había gobierno si este señor no cedía su puesto de mando. Pero creo que ahí él tomó nota de alguno de sus colaboradores, sobre todo de los jóvenes.

-Echando la vista hacia sus oponentes, ¿qué futuro le vaticina a los socialistas?

-Creo que el PSOE tiene una enorme ventaja respecto al resto de partidos de la izquierda. Y es que tiene 180 años de historia y una gran parte de la sociedad española es de centro izquierda. Considero que en cuanto dejen de pegarse tiros, volverán a ser alternativa. Creo que Javier Fernández lo está haciendo bastante bien y que el partido ha llegado a un acuerdo muy profundo con el actual gobierno en temas clave, por lo que se van a ayudar un poco para que los nuevos partidos queden reducidos a su mínima expresión.

-¿Cómo valora la posición de Susana Díaz en el PSOE?

-Creo que liderará el partido, pero no va a ser la candidata. De quién lo será no tengo ni idea, pero no Díaz, porque las cosas son muy diferentes de Despeñaperros hacia arriba. Ese tipo de políticos no se ven para los castellanos.

-¿Qué opina de las recientes declaraciones de José María Aznar, que ha anunciado que quiere ser de nuevo un actor en política, aunque desde su fundación FAES?

-La época de Aznar ha pasado y además los grandes casos de corrupción son de su época. Esto es así, aunque sé que le molesta y piensa que lo de las Azores sigue funcionando. Además, creo que ahí es donde Rajoy ha demostrado su cintura política, porque le ha derrotado sin despeinarse y le ha dejado que se fuera estrellando poco a poco. Hizo cosas buenas pero ahí están Jaume Matas, Rodrigo Rato o Francisco Correa.

-Con toda esta marejada política, ¿qué papel debe tener el periodista?

-El de repartir manos de hostias todos los días. Tenemos que ser contrapoder total, que es lo que hay que darse en el mundo libre. De hecho, la primera enmienda de los Estados Unidos dice que la libertad de información tiene prioridad sobre todo y cuando estás en el poder tienes que tener más cuidado.

-¿Es cada vez más complicado ser independiente en esta profesión?

-Es muy difícil. Además, al final con Rajoy. Pedro Sánchez o Pablo Iglesias te puedes meter, al presidente le puedes llamar perro judío, al rey ni te cuento, pero no te puedes meter con los poderes económicos. Yo ahora trabajo en El Confidencial, que es de los medios más influyentes de España y al director le pregunto cada día, medio en broma, de lo que puedo escribir esa semana. Es complicado, pero es nuestro papel.

-¿Es además una forma de recuperar peso y reconocimiento por parte de la sociedad?

-No estamos entre lo más apreciados, pero como decía Jefferson, es mucho mejor para un país no tener gobierno y tener prensa libre.