El fotógrafo José Antonio Pascual promueve un año más el Mercado Fotográfico Solidario en un café situado en el casco antiguo de la ciudad para ayudar a los niños. En esta edición el colectivo elegido es la asociación local de Down.

-¿Cómo nació la propuesta de llevar a cabo un mercadillo fotográfico?

-Surgió hace cuatro años porque desde mi escuela de fotografía les insisto a mis alumnos que hay que imprimir las fotografías para que el público las aprecie y las ponga en valor. En el mundo actual parece que aunque la gente sepa que haces fotos nadie las ves. Además tengo el convencimiento de que si todos fuéramos un poco más solidario con el que tenemos al lado todo funcionaría mejor. Me pareció interesante unir los dos aspectos en una especie de exposición donde las fotos se vendan a un precio muy popular y que la recaudación vaya destinada a una obra social.

-¿A qué colectivos han ayudado?

-El primer año el dinero lo dimos a una ong que trabajaba en Nicaragua para llevar agua potable a una escuela. Quisimos ayudar con lo que se lograra con las fotografías a lo conseguido con un calendario que ese año promovieron los bomberos de Zamora. En años sucesivos hemos colaborado con asociaciones de Valladolid y de Salamanca. El año pasado la recaudación la destinamos a los niños con cáncer y el próximo diez de enero se hará una actividad con el dinero logrado a través de nuestra web (www.fotografiassolidarias.org) en el hospital de Salamanca.

-¿A qué colectivo ayudan ahora?

-Hemos pensado en los niños con síndrome de Down de Zamora. Queríamos un colectivo más cercano y de nuestra ciudad. Las fotografías están a la venta hasta el día 6 de enero. Se pueden comprar para regalar porque hay una entrega el día 4 de enero. Están enmarcadas y su tamaño es 20x30 centímetros, las de 20 euros, y 35x45 centímetros, las grandes que cuestan 150. Posteriormente la gente podrá adquirirlas en la web que funciona como cualquier web de compra y se pagan con Paypal.

-¿De quiénes son los trabajos de esta cuarta edición?

-Además de los alumnos de la escuela participan fotógrafos amigos de renombre. Todos los autores contribuimos con tres imágenes de las cuales se pueden vender tantas copias como demanda exista, porque nuestro objetivo es lograr la máxima cantidad de dinero para una ong, y los profesionales que colaboran aportan una única imagen de la que se hacen tres copias. Entre los primeros espadas de la fotografía nacional que nos ayudan están Daniel Ochoa de Olza, Emilio Moranetti, que debuta este año tras pasar la última Semana Santa a Zamora; Luis Baylón, Kike Aspano o Juan Echeverría. También contamos nuevamente con Alejandro Cano Erhardt quien ha ganado el premio de fotografía de la Fundación Enaire, uno de los reconocimientos más importantes a nivel nacional. Lo que queremos hacer ahora es que una vez que se vendan las tres copias de las obras el artista nos ceda otra pieza que venderemos a lo largo del año en la web.

-O sea que habrá una mayor implicación.

-Efectivamente. Lo haremos tanto con los fotógrafos reputados como con los más desconocidos. Queremos que durante todo el año una serie de autores puedan seguir vendiendo sus trabajos para proseguir aumentado la contribución a los colectivos con los que nos impliquemos de tal forma que la recaudación vaya aumentando poquito a poco. Además puede que alguien no disponga del presupuesto de 150 euros, la cantidad que cuesta una fotografía de los de renombre, pero decida comprarla más adelante.

-¿Qué nos puede decir de las imágenes que ahora se exponen?

-Las fotografías en venta son de temática libre, cada autor remite la imagen que le gusta, de esa manera tenemos un amplio abanico, desde fotografía de paisaje hasta retrato y texturas. Este año somos 75 personas que mostramos un total de 220 fotografías. En el establecimiento donde se exhiben, en el Aureto, está colgada únicamente una foto de los autores que contribuimos con tres imágenes. En una serie de cuadernos los interesados pueden ver por autor el resto de las fotografías y si se opta por una de ellas se prepara y se entrega enmarcada como están en el bar.

-Además ustedes no entregamos el dinero directamente al colectivo.

-No. El colectivo que respaldamos nos dicen qué precisan y nosotros se lo compramos. Nosotros no jugamos con el dinero porque un tercero puede meter la mano y que desaparezca. El dinero logrado se invierte directamente en la asociación. Para mí es una gran satisfacción ver caras como la de la chica que hace los gorros para niños con cáncer que cuando vino a Zamora se llevó 75 metros de tela y otros materiales para trabajar. Además en esta iniciativa colabora desinteresadamente el Aureto, estudios Mynt, que enmarca a precio de coste, Vorealia que ha hecho la web y Javier Garduño que hace la imagen gráfica del mercado.