Con una tasa de paro juvenilque supera el 45%, los zamoranos de entre 15 y 29 años sin un duro en el bolsillo han tenido que migrar hacia alternativas de ocio más baratas desde el inicio de la crisis. Un viraje que ha dejado de lado la fiesta y ha apostado por el modelo de reunión en casas particulares. El número de jóvenes que afirma salir todos los fines de semana a tomar unas copas ha descendido a la mitad desde el año 2007. Y quienes salen, no lo hacen exclusivamente para meterse en los bares. De hecho, también ha decrecido el número de jóvenes que va a pubs y discotecas, al igual que los que van de botellón. Por el contrario, el teatro gana enteros, así como los conciertos. Esa es la radiografía que se desprende del Anteproyecto del VII Plan Regional sobre Drogas elaborado por la Junta de Castilla y León, que ofrece datos significativos sobre el cambio de hábitos de los jóvenes.

La crisis ha pesado como una losa entre los jóvenes zamoranos. En el año 2007, un 41% de ellos en edades comprendidas entre los 15 y los 29 años afirmaba salir todos o casi todos los fines de semana. Pero las circunstancias han cambiado, así como el poder adquisitivo, para dejar ese porcentaje en un 21%. El Instituto de la Juventud ha analizado los patrones de ocio en Castilla y León a través de entrevistas telefónicas y los resultados han sido sorprendentes. En líneas generales, se puede decir que los jóvenes zamoranos salen menos. Para todo. Pero hay variaciones significativas en función de cada una de las alternativas nocturnas que ofrece la ciudad.

Y es que a la pregunta de "¿qué haces con más frecuencia en tu tiempo libre?", los jóvenes zamoranos anteponen opciones como reunirse con amigos, escuchar música, ver la televisión, usar el ordenador, hacer deporte e incluso no hacer nada, antes que la opción "beber e ir de copas", que ha caído por debajo de la décima posición. Tan solo un 46% de ellos afirma realizar escarceos nocturnos de manera habitual. Y cuando esta información se completa preguntando por la frecuencia de salidas nocturnas, tres de cada cuatro jóvenes reconocen salir normalmente, pero con menor intensidad que antes del inicio de la crisis económica.

La sorpresa, para el que así lo considere, llega a la hora en que los zamoranos enumeran qué es lo que suelen hacer cuando salen por la noche. La gran mayoría aseguran ir a bares, pubs y cafeterías (un 76%, cifras similares a las previas a la crisis). Pero cada vez menos deciden alargar la fiesta. De hecho, la opción de ir a discotecas ha disminuido diez puntos porcentuales respecto a 2007, igual que ocurre con los botellones, cuya asiduidad desciende del 26% al 19% en los últimos años. Por el contrario, se cuela en la lista la opción de ir al teatro, que duplica su porcentaje hasta rondar los diez puntos porcentuales. Hacer deporte, pasear o ir a casa de algún amigo se colocan entre las alternativas de ocio que eligen los jóvenes a día de hoy.