La creación de un consorcio público-privado para analizar el desarrollo de los grandes proyectos que afectan a la provincia, como la llegada del AVE o la próxima edición de Las Edades del Hombre en Toro Las Edades del Hombre en Toro fue una de las propuestas lanzadas por el director general de Caja Rural, Cipriano García, en el discurso de entrega de los premios de la Fundación Científica, ayer en Ifeza ante 1.200 personas, representativas de clientes y socios de la cooperativa además de entidades de todo tipo de la sociedad civil zamorana. García ofreció incluso "aportar lo posible para sacar adelante el objetivo".

El discurso del máximo ejecutivo de la entidad financiera zamorana apeló a la reflexión y la autocrítica: "Todos podemos aportar un poquito más. Propongamos proyectos con sentido común, con rigor y exijamos que se nos tenga en cuenta". Incluso fue más allá: "Solicitemos un trato discriminatorio positivo para facilitar las oportunidades que nos posibiliten salir de la situación en la que nos encontramos".

Y es que, para Cipriano García "Zamora necesita de un plan urgente de revitalización, con un claro apoyo institucional que posibilite equilibrar el déficit económico y social existente".

Las reflexiones del director general formaban parte del discurso que vincula la marcha de la entidad financiera con el de la sociedad en la que se integra. Por momentos García improvisó sobre la idea del discurso que llevaba preparado para enfatizar alguna idea. Por ejemplo, que el desarrollo que Caja Rural está experimentando hacia León y Valladolid está siendo muy positivo, e incluso necesario para que el proyecto de la entidad no se debilite circunscrito a las fronteras provinciales de Zamora. "Siempre hemos defendido que allí donde no hay una caja rural, donde un territorio esté vacío de un proyecto local, hay que activarlo y ponerlo en valor por su importancia y utilidad".

Más fusiones

Cipriano García advirtió que a pesar de las fusiones que ha habido en el sector bancario nacional, el proceso va a continuar con más refundiciones. Pero, en este contexto, defendió el modelo de las cajas rurales, de entidades independientes unidas por una colaboración común. Y reiteró que "el tamaño de las entidades no está directamente relacionado con la eficiencia de las mismas".

Ante todas las autoridades y también el presidente nacional de la Asociación de Cajas Rurales Ernesto Moronta, García defendió que el modelo de cooperativas de crédito "dirigido a las pequeñas y medianas empresas y a las familias, en un ámbito cercano y conocido, es trascendental para el desarrollo y la libre competencia del mercado".

El director general de Caja Rural no quiso dejar pasar la ocasión para reiterar algunos de los mensajes que forman parte de la filosofía de la entidad. Por ejemplo, la apuesta por el modelo tradicional bancario, "sencillo, cercano y transparente" que Caja Rural siempre ha seguido aún en los tiempos en que otras entidades se metían en otro tipo de prácticas con productos más arriesgados. "Contribuir al progreso de las familias y las empresas es nuestro objetivo. Servimos, por lo tanto, al crecimiento de las sociedades a las que nos debemos".

Agradeció el apoyo de los presentes porque "junto con el de más de 140.000 clientes habéis convertido este proyecto socioeconómico en un motor fundamental de nuestras economías locales". El directivo destacó el hecho de que la caja haya pasado toda la crisis económicas sin recibir un solo euro de ayudas públicas. Y que el año pasado haya aportado más de 400 millones de euros en inversión (2.500 millones en el último lustro). El volumen de negocio asciende a 2.600 millones con un rato de solvencia y eficiencia punteros en el país.