Gerardo, José, Ana, Maxi, Isabel y Antonio son seis peregrinos que están recorriendo en 17 etapas los 1.000 kilómetros que separan Sevilla de Santiago por la Ruta de la Plata. No son unos peregrinos al uso ya que los seis padecen algún tipo de discapacidad que les afecta gravemente a sus funciones motoras. Este recorrido lo realizan con bicicletas adaptadas y desde el sábado, estos peregrinos llenos de valor y coraje han recalado en la provincia zamorana. Javier Pitillas es el alma "máter" de este proyecto. "En 2009 realicé el primer camino con Gerardo Fernández, un joven sordo y ciego, y cuando llegamos a Santiago nos dijo que teníamos que buscar a más amigos como él para que vivieran esta experiencia". A partir de ahí, los viajes han sido incontables y en lo que va de verano Javier Pitillas ya ha realizado este mismo recorrido en cuatro ocasiones. "Para cualquiera el camino es complicado pero para ellos más, aún así es una enorme experiencia ya que su vida siempre ha estado limitada mucho más y ahora de repente son 17 días de nuevas experiencias, conociendo gente y viendo nuevos lugares".

Bicis adaptadas

Los seis discapacitados viajan en cuatro triciclos, tres de ellos de doble pedaleo y que los utilizan los peregrinos de mayor edad, explica Pitillas. Todos ellos son tándem, ya que tienen la ayuda de cuatro pilotos que colaboran para que puedan completar las etapas. Además, el equipo dispone de otro triciclo especial que tiene atrás una bicicleta y que por delante es una silla de ruedas. Entre los participantes y las personas de apoyo son 16 las personas que recalaron el sábado en Zamora, tras llegar desde la capital salmantina. Los participantes pudieron realizar una visita por la capital y recorrieron los rincones más emblemáticos. Tras haber descansado en el albergue de peregrinos de Zamora, el domingo la comitiva partió hacia la localidad de Ferreras de Abajo. "Nos sorprendió el frío", reconoce Javier Pitillas pero a pesar de esto todos pudieron completar la etapa de manera satisfactoria. La de ayer fue una etapa un poco más dura ya que los peregrinos salvaron la distancia que hay entre Ferreras de Abajo y Puebla de Sanabria. "Para hoy tenemos previsión de 100% de lluvias y mucho vientos", explica el coordinador del proyecto que asegura que si la situación se complica mucho les trasladarán en furgoneta hasta A Gudiña. El sábado estos seis peregrinos habrán completado su objetivo y habrán demostrado que las ganas, el corazón y el coraje también pueden recorrer miles de kilómetros.