Las terapias respiratorias a domicilio han aumentado en una década de las 1.306 anuales (datos del año 2004) a las 2.247, con el objetivo de mantener una correcta ventilación de los pacientes, mejorar su calidad y esperanza de vida, favorecer su integración social y disminuir las estancias hospitalarias. Las terapias, sin embargo, van mucho más allá de la bombona de oxígeno, método que, de hecho, casi ya no se utiliza. La evolución de las terapias respiratorias domiciliarias en el área de salud de Zamora ha sido objeto de estudio, publicado en la revista Nuevo Hospital, por parte de las supervisoras de formación de Socalpar (Y. Martín Vaquero), de Neumología del Complejo Asistencial (M.P. Gómez Peroy) y la enfermera de Gasmedi (M.I. Urones Fernández).

Las técnica más habituales de tratamiento ventilatorio a domicilio son las que se refieren al síndrome de apnea del sueño, que representan en 58,70% del total, con técnicas como la conocida como CPAP, que es la más habitual, la BiPAP o los ventiladores. Se trata del suministro de aire a presión continuada positiva durante el sueño para pacientes con apnea. Este tipo de terapias son las que han experimentado un mayor crecimiento (736) lo que implica un aumento de los diagnósticos del síndrome de apnea del sueño, dicen las autoras. La oxigenoterapia es el segundo tratamiento más utilizado en los domicilios (representa el 35,2% del total en Zamora) y afecta a los pacientes con insuficiencia respiratoria crónica. La mayor parte de los tratamientos se hace con concentradores de oxígeno (88%), en tanto que las botellas apenas se utilizan ya (4,56%), lo mismo que el también minoritario oxígeno líquido (1,56%). En una década son 148 pacientes más al año los que reciben este tipo de tratamiento.

Existen también otras terapias, como la que se hace con aerosoles (de utilización decreciente), los aspiradores de secreciones o la pulsioximetría para, por ejemplo, pacientes con hipoventilación.