Números tradicionales y muy conocidos del arte cirquense, sobre todo basado en equilibrios y malabares, fue el ingrediente principal del espectáculo de circo y humor "Manolín", que ayer estaba programado dentro de las actividades del Verano Cultural. Los juegos cirquenses estaban convenientemente aderezados con la dosis de humor imprescindible para que las acrobacias hagan pasar un buen rato a los espectadores, admirados ya de por si por la dificultad que representan algunas de las evoluciones de los artistas. Para hoy, dentro del Verano Cultural, está prevista la proyección en la plaza de la Catedral de la película "Ocho apellidos vascos" a partir de las 22.30 horas.