"Uno puede tener 50 años, pero dependiendo de los riesgos, su edad vascular puede ser de 65", dice José Luis Santos, jefe de Cardiología del Complejo Asistencial quien, junto al cardiólogo Javier Chimeno y el internista José Ignacio Cuende protagonizaron una charla en la Semana del Colegio de Médicos de Zamora. "Existe una calculadora de riesgo", unas tablas que permiten determinar la "edad vascular" de un paciente, más allá de su edad real, dependiendo de los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, diabetes, fumador, hombre o mujer, edad o colesterol, por ejemplo. Estas tablas miden la posibilidad de sufrir un accidente vascular en un periodo de determinados años e incluso, como queda apuntado, la edad vascular del paciente, más allá de su edad real.

Santos asegura que "después de haber sufrido un infarto las actuaciones para evitar otro evento son dejar de fumar y tener el colesterol de manera correcta. Hay que ser muy estricto con el colesterol, no hemos de ser tenues al tratarlo, sino agresivos". El colesterol malo debe estar por debajo de 70. Una ventaja de este parámetro es que se mide con mayor exactitud que otros, como la tensión, cuya medida depende de muchos factores, por ejemplo, la hora del día en que se tome o el nerviosismo del paciente. De hecho hay "hipertensión de bata blanca", tensión que sube justo cuando se va a medir en la consulta del médico.

Los doctores, especialmente el cardiólogo Javier Chimeno habló también de los síncopes, es decir, los mareos con pérdida de conocimiento. Santos explica que "el síncope presenta una gama clínica tan variable que va desde problemas tan vanales como el típico "síncope de misa", lo que antes llamábamos lipotimia, una bajada de tensión hasta algunas aspectos que pueden predecir una muerte súbita. Hay que tener claro ese espectro clínico para decidir que tratamiento hay que poner en cada uno, que puede ser desde nada hasta colocar un marcapasos".

Los especialistas analizaron, por último, otro aspecto importante, "la fibrilación auricular, que es una verdadera epidemia al día de hoy, con alrededor de un millón de pacientes afectados por esa patología", en palabras de José Luis Santos. "Es la arritmia más frecuente y el problema que tiene es que es una de las causas mas habituales de ictus isquémico en las personas. Vamos a hablar un poco del manejo de la fibrilación auricular, si hay que controlar el ritmo, la frecuencia y sobre todo qué pacientes necesitan ser anticoagulados, el cálculo del riesgo de ictus en pacientes con fibrilación auricular y tratamiento para evitar un grandísimo problema que es un ictus, una enfermedad muy incapacitante tanto para el paciente que la sufre como para la familia", señaló el jefe de Cardiología del Complejo Asistencial de Zamora, ponente de esta parte de la charla.