"El flamenco ha pasado por varias etapas desde hace 50 años. Era para señoritos, los artistas eran como prostitutas, se movían en el mismo ambiente de la noche, de ahí pasa a las peñas que hacen una labor impresionante de difusión, y ahora está en los teatros". En cuatro trazos resumió José Luis Gómez Sierra, de nombre artístico Pepe Gómez "El Marismeño", la evolución del flamenco, un arte "en el que está todo inventado, los palos, los cantes, está todo hecho. Pero que podemos evolucionar mucho en la puesta en escena y dar espectáculo".

Y eso es lo que pretende el día 2 de junio a las 21.00 horas, en el Teatro Principal de Zamora, con el espectáculo "Huelva, la luz del flamenco", que aúna el folclore de esta tierra (contamos con 42 estilos diferentes de fandango), con la cultura (Juan Ramón Jiménez) y el atractivo turístico de la provincia, con el apoyo de las nuevas tecnologías: hologramas a lo Michael Jackson, "con el mismo presupuesto". Las entradas se ponen a la venta el lunes, en la oficina principal de Caja Rural, al precio de 15 euros y parte del beneficio irá para la Fundación Sandra Ibarra, que ayuda a las personas con cáncer. Precisamente arroparon a "El Marismeño" en la presentación Narciso Prieto, de Caja Rural, Marta García, de la mentada Fundación, Santiago García y Félix Rodríguez de la Peña Flamenca y Eduardo Peña, director del hotel AC, anfitrión del acto de promoción. Pepe Gómez, famoso por su incorporación a "Los Marismeños" y su relación con personajes del "papel couché" como Carmen Ordóñez, dijo que el flamenco "es como una patata, sale de la tierra" y precisó que "estamos muy equivocados con el concepto de que flamenco es Andalucía".

"Uno de los problemas más grandes que tiene el flamenco somos los propios flamencos", indicó: "Siempre he dicho que el flamenco es para cultos, pero es un mundo de incultos, porque te coges a cantaores como Agujetas, El Torta o Paco Toronjo y eran gentes de muy baja cultura, lo que pasa es que cantaban desde el alma y claro, lo rompían. Eso ha hecho que traspase todas las barreras y el flamenco sea lo que es hoy en día".

Consciente de que "en el flamenco está todo inventado, los palos, los cantes, todo está hecho", defiende sin embargo que "podemos evolucionar en la puesta en escena o en dar espectáculo", como ha ocurrido con el baile.

Pepe Gómez empezó muy joven en el mundo del flamenco, en su Huelva natal y en Sevilla y logró reconocimientos. Se fue a Madrid con un grupo de sevillanas y actuó en los tablaos con artistas hoy muy reconocidos: "El cartel de San Pedro este año es mi pandilla de Madrid, falta el Sordera". Por segunda vez le llaman los Marismeños y en esta ocasión les dice que sí. Y con ellos salta a la fama. "Las sevillanas es un palo del flamenco", asegura.

Pepe Gómez está convencido que "el flamenco no es de gitanos ni de payos, sale de la tierra, del folclore, del pueblo. No olvidemos a artistas como Vallejo, Paco de Lucía, Silverio, muchos artistas geniales payos. Hace 50 años había una guerra étnica en el flamenco brutal, pero hoy por hoy todos sabemos que el flamenco no es un cante, es una forma de vida, una forma de sentir distinta".

Pepe Gómez respeta la fusión con otras músicas, pero distingue: "Ahora está muy de moda el flamenquito, con grupos como Estopa, que no sé qué fusión hacen". El flamenco se ha profesionalizado, "pero no todo vale. El flamenco ha evolucionado en algún aspecto y ha perdido también en otros. Agujetas era para darle un palo en la cabeza, porque era muy inculto, muy bruto, pero le oyes cantar y te raja el alma, porque canta del dolor y lo que ha vivido".