Al olor de las sardinas se acercaron ayer los vecinos de San Isidro para disfrutar de una jornada de convivencia con el estómago lleno gracias a la gran sardinada que la asociación de vecinos preparó con motivo de las fiestas del barrio, todo un éxito de organización que los comensales agradecieron cobijados bajo sombra.

La verbena del sábado por la noche con el grupo Rumbo Norte en la calle Almaraz no restó fuerzas a los vecinos del barrio, que se acercaron también a disfrutar del resto de actividades programadas para el último día de las fiestas en honor a san Isidro. La pista polideportiva del barrio sirvió de improvisado escenario para celebrar en convivencia una eucaristía al aire libre, a la que le siguieron los juegos hinchables, ubicados junto a las antiguas escuelas del barrio, de los que pudieron disfrutar los más pequeños.

Tras la sardinada, plato fuerte del programa de fiestas, la tarde se dedicó a los deportes, después de que en la sede de la asociación se jugara al bingo en una divertida sesión. Público, pero sobre todo jugadores, pudieron disfrutar de un partido de fútbol sala, que se celebró en la pista polideportiva del barrio.

Fiesta de la espuma

Después de darlo todo en el terreno de juego fue el momento de refrescarse de la forma más divertida, con una fiesta de la espuma que transformó la pista polideportiva en zona de burbujas y risas.

El público pudo también conocer durante este último día de festejos las manualidades que realizan los vecinos que acuden a los talleres organizados por la asociación durante todo el curso. La sede en la calle Penedillo se convertía en estos tres días en una sala de exposiciones donde se mostraban desde cuadros hasta mantillas, pequeñas obras de arte exhibidas por los alumnos más mañosos.

A las ocho de la tarde se daban por finalizadas las fiestas de este año del barrio San Isidro-Obelisco-Espíritu Santo. Habrá que esperar hasta el próximo 15 de mayo para celebrar por todo lo alto la festividad del patrón de esta zona de la capital.