Pese a que el cielo amenazaba lluvia, ésta respetó a los tres centenares de zamoranos que decidieron acompañar a la Virgen de la Guía en su breve recorrido desde el pequeño templo románico del Santo Sepulcro hasta el puente de piedra. Tras la eucaristía, junto a los cofrades y romeros, también se acercaron al barrio las autoridades, presididas por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, y varios de los concejales del Ayuntamiento.

Acompañada de la dulzaina y el tamboril y con menos afluencia del público que otros años debido al tiempo, la patrona de la margen izquierda del Duero se inclinó ante la entrada del Puente de Piedra, el lugar donde se encontraban las antiguas torres en las que la talla se encontraba originalmente. Al finalizar la procesión, el grupo de coros y danzas Doña Urraca de Zamora bailó en la entrada de la iglesia para poner fin a los festejos.