Las matriculaciones de turismos y todoterreno en Castilla y León cayeron un 6,9% en la primera quincena de abril, hasta las 881 unidades, una vez agotado el Plan PIVE de ayudas a la compra de vehículos. El descenso de las ventas es generalizado a nivel nacional, donde el desplome es mucho mayor que en la región al experimentar una bajada del 43,9% (23.619 matriculaciones). Todas las comunidades autónomas tuvieron registros negativos durante las dos primeras semanas del mes, salvo Aragón y Extremadura.

Las patronales del sector apuestan por la continuidad de los incentivos porque su política es que un mercado interno más fuerte ayudará a afianzar la producción de vehículos y la economía nacional. Los concesionarios aseguran que solo la continuidad de los planes de ayuda a la compra permitirá cerrar el año en el entorno de las 940.000 unidades en el conjunto del país para superar en 2016 la "barrera psicológica" del millón de matriculaciones. Una cifra que, precisan, marcará el "punto de inflexión definitivo" para la recuperación.

Además, los vendedores recuerdan que los planes PIVE sirven para rebajar la antigüedad de los coches que, en el caso de la comunidad, supera los diez años en más de la mitad de los vehículos que circulan por las carreteras.