Las razones que se aducen para explicar los impagos de las seis empresas concursadas, estrechamente relacionadas con la Agrupación de Interés Económico Campo Solar San Gregorio, a sus acreedores están directamente relacionadas con el bajo rendimiento de los huertos solares tras el cambio de normativa del Gobierno central, según se recoge en la documentación del informe que la Administración Concursal de cada una de las sociedades ha presentado en el Juzgado Mercantil. En la documentación se indica que la producción eléctrica de estas instalaciones supone la fuente de ingresos de estas sociedades limitadas, que en su mayoría carecían de trabajadores, por lo que los acreedores son Campo Solar y entidades financieras fundamentalmente.

Junto al concurso de acreedores de Pevafersa, que acumuló una deuda de 150 millones de euros, es el más importante que llega al Juzgado. Es el segundo grupo de sociedades fotovoltaicas que se arruina y se ve abocado al concurso de acreedores, que solo podrán superar si consiguen un acuerdo que les facilite el pago de la astronómica deuda contraída. Pocas son las concursadas que consiguen sortear la quiebra, mantener la actividad, gracias a un convenio que evite la liquidación de todos sus bienes patrimoniales para afrontar su insolvencia.