En la polémica sobre la reducción de la carga lectiva en las enseñanzas artísticas y Filosofía hay otro protagonista que ha encendido más aún a la comunidad educativa de la escuela pública. Se trata de la asignatura de Religión. Para el próximo curso, la asignatura de Religión será optativa en los seis cursos de Primaria y los cuatro de Secundaria. Los padres podrán elegir entre esta opción, la asignatura Valores Éticos, o ambas. Eso sí, su contenido será evaluable y formará parte de la nota media final del curso , aunque no de las pruebas externas de Secundaria. En Bachillerato, la religión forma parte de las once materias de libre configuración, como música o dibujo, de las que tienen que elegir dos.

Al margen de la cuestión puramente académica, el nuevo currículo de Religión ha despertado un profundo debate ideológico. Desde la federación de enseñanza de Comisiones Obreras aseguran que se trata de una "amalgama" de elementos que se intentan organizar en base a un modelo de competencias que es completamente incompatible con la religión que no busca instruir en habilidades sino en la fe. "Adolece de un sesgo ideológico que deriva de los Acuerdos con la Santa Sede que garantizan que sea la jerarquía católica la que fije los contenidos de la enseñanza de Religión", apuntan desde la organización. Por el momento, la nueva estructura ya ha sido publicada a través del BOE.