Asesor de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Álvaro Picardo moderó ayer las jornadas técnicas sobre el sector micológico.

-¿De quién depende la regulación de los hongos silvestres?

-Es el Gobierno que el que ha legislado a través de una normativa clara, la Ley de Montes. Ahora faltan por desarrollar las leyes de las autonomías.

-¿Como es la situación en Castilla y León?

-La comunidad tiene ya un decreto sobre la regulación de la recolección. Ahora hay que avanzar en controlar la comercialización. La Consejería de Sanidad ha autorizado el suministro directo de los productores a los pequeños centros de consumo, los restaurantes. Las industrias y los centros de consumo están bien regulados, y lo que está pendiente es la figura de los recolectores, locales y de fuera.

-¿Está fiscalizada esta actividad?

-Es la última parte. Las empresas tienen problemas a la hora de identificar a los recolectores. El mes pasado se ha creado el registro de la producción agrícola (Regepa), donde han de inscribirse todos los recolectores de setas que vendan parte de su producción. Esto terminará de ordenar el sector.

-¿Seguirá siendo rentable?

-La fiscalidad deberá ser adecuada. El Gobierno quiere promover la actividad económica, sin poner cargas que impidan que sea rentable.