La nueva propuesta de Tráfico, que pretende llevar el grueso de los controles de velocidad a las carreteras secundarias, obligará a cambiar parte del funcionamiento de la Jefatura Provincial de Zamora. Los agentes que trabajan en la provincia operan con 16 radares, nueve de los cuales son fijos y siete móviles. Por las características de estos últimos, según fuentes generalmente bien informadas, los agentes de Tráfico operan principalmente en autovías y carreteras de un solo sentido, algo que tendrá que cambiar si Zamora quiere sumarse a la línea marcada desde Madrid.

Concretamente, la Jefatura posee un Seat Exeo, un Mercedes -que rota por toda la comunidad- y un Renault Laguna en Benavente que se destinan específicamente a vigilar la velocidad de los conductores. A parte están los radares "Autovelox", que pueden ubicarse en cualquier vehículo. Estos últimos se usan principalmente en autovías porque es donde son más efectivos, pues miden en un único sentido. Los ubicados en los vehículos son capaces de controlar la velocidad en ambos. A mayores, existe un radar de sector que, aunque desarrolla la mayor parte de su actividad en León, se desplaza puntualmente a Zamora.

La DGT no ofrece datos concretos sobre los tramos en los que los se controla más la velocidad de los conductores, algo que sí hacen desde la agrupación Automovilistas Europeos Asociados. Hay 16 tramos con una actividad de radares que supera la media. De ellos la mayoría están en autovías -A-66 y A-52 principalmente, pues el tramo de la A-6 que pasa por Zamora cuenta ya con tres radares fijos-. La N-122 y la N-630, dos de las vías secundarias con más tránsito de vehículos de la provincia, registran cotas de actividad inferiores a las constatadas en autovía. Esto no quiere decir que los controles se limiten a estas zonas pues la Jefatura trata de "repartir" su actividad entre las máximas zonas posible.

El previsible cambio no significa tampoco que los radares móviles de la DGT vayan a dejar de estar presentes en las vías rápidas, simplemente que, de cumplirse lo avanzado por la directora general de Tráfico, María Seguí, su presencia será menor. Zamora seguirá contando con los radares fijos, inamovibles, y con la "visita" ocasional de los helicópteros, que abarcan un campo de acción muy amplio.

De otro lado, Tráfico aún no ha comunicado oficialmente a sus agentes la obligatoriedad de que los radares móviles estén a la vista de los conductores. La DGT publicará en las próximas semanas la ubicación de todos los radares, ya sean fijos o móviles, una información que podrán usar las compañías electrónicas para comunicársela al conductor a través del GPS. Con esto, Tráfico pretende reforzar su lucha por la seguridad y espantar el fantasma del afán recaudatorio.