"Tenemos que alejarnos lo máximo posible del funcionariado". Así resumió el claretiano Luis Alberto Gonzalo Díez el nuevo camino que deben seguir los religiosos en pleno siglo XXI, durante su conferencia "La vida religiosa en operación salida", dentro del foro del periódico. "Lo que se debe hacer es poner pasión en nuestro trabajo y volcarnos en los demás", añadió.

Los retos y desafíos actuales de la vida religiosa fueron puestos sobre la mesa por el ponente, quien se apoyó en las premisas expuestas por el papa Francisco. "Sus indicaciones son claras, hay que salir a la periferia, buscar los nuevos lugares donde Dios también se encuentra y atrevernos a innovar", apoyó. Un camino que pasa, según su larga experiencia "por acercarse al débil y al que no cuenta para la sociedad actual", explicó, lo que significa "un cambio y una vuelta a la autenticidad", remarcó.

El conferenciante reconoció que en la historia reciente el clero siempre ha estado presente en la sociedad y se ha expandido respondiendo en unos momentos "muy diferentes a los actuales". En este sentido, recordó la labor de sus compañeros en sectores como la educación, la sanidad o la espiritualidad.

El foro del periódico se centró ayer en la vida religiosa, con motivo de la celebración del Año de la Vida Consagrada, convocado por el papa Francisco y en la mesa de debate, junto al padre Gonzalo, participó Martina Rodrigo de Paz, presidenta de la delegación zamorana de la Confederación de Religiosos y Religiosas (Confer) y profesora en el colegio Sagrado Corazón de Jesús.