Profesores de clases particulares, personal de limpieza, camareros o fotógrafos no especializados son algunos de los empleos que habitualmente se ofrecen en los tablones de anuncios, semáforos o farolas de la ciudad. Todos ellos, en negro. Y con el consiguiente perjuicio para quien sí paga sus impuestos por realizar esos trabajos. En Zamora, las academias de clases particulares ya han alzado la voz contra el intrusismo laboral que están sufriendo por profesores que dan clases en negro. Empresas de limpieza también han puestoe el grito en el cielo por los llamados "limpiadores de rellano", que trabajan directamente con las comunidades "a base de sobres". Y fotógrafos a título individual también protestan por los trabajos "ocultos" de bodas, bautizos y comuniones. Es la parte negativa de la economía sumergida, la que no solo afecta a Hacienda, sino a los profesionales al corriente de pago.