La interpretación del reglamento de la Diputación de la que el presidente Fernando Martínez Maíllo responsabilizó al secretario en el pleno de ayer deja el PSOE sin grupo político propio de forma temporal, a la espera de la toma de posesión de los cinco representantes que sustituyen a los dimisionarios Rosa Muñoz, Maribel Perero, José Luis Ferrero Sandín, Leonor González Cadenas y Braulio Prieto. Será entonces cuando los socialistas se vuelvan a constituir como grupo. "Hemos actuado con absoluta legalidad", defendió Martínez Maíllo, quien expuso que los socialistas "legalmente no pueden participar" en la sesión plenaria, aunque "se lo permitimos si el resto de grupos está de acuerdo" por un criterio "democrático".

Sin embargo, el nuevo portavoz socialista, Manuel Ramos, aseveró al finalizar el pleno que el secretario de la institución le había reconocido que la interpretación "ha sido errónea". Por eso, el veterano alcalde de Fariza afeó a Martínez Maíllo su actitud. Ramos advirtió que la situación que se dio en el plenario -un aspecto inédito con cinco bancos del PSOE sin inquilino- es consecuencia de "la intransigencia del presidente de la Diputación" y la escenificación "corresponde un interés político".

En realidad, el reglamento únicamente recoge que un grupo político necesita tres miembros para constituirse y Ramos encuentra sin fundamento que la partida de Rosa Muñoz y otros cuatro representantes suponga un cambio en la configuración, hasta la entrada de los nuevos diputados, que se formalizará en el pleno de marzo. "El respeto a la casa de enfrente tiene que ser escrupuloso al máximo y no se puede hurgar en las heridas", añadió Ramos por las polémicas críticas de Maíllo a un PSOE en plena crisis.