Los casos de gripe volvieron ayer a desbordar el servicio de urgencias del Hospital Virgen de la Concha de Zamora, que llegó a acumular 38 pacientes en espera para poder ser derivados a alguna de las veinticinco camillas disponibles en los boxes, lo que ilustra la saturación de enfermos registrada a lo largo de todo una jornada. El personal sanitario llegó a recibir hasta 20 pacientes en una hora, "pico que no se veía desde hace tiempo", según detallaron a este diario las fuentes consultadas.

"Sin medios ni espacio suficientes" para absorber la demanda de atención sanitaria urgente que se viene disparando en este invierno por la gripe, especialmente desde "hace unas tres semanas" y, si bien es cierto que "los lunes son un día atípico porque muchos vienen afectados del fin de semana, el cúmulo enfermos que hubo ayer fue importante", confirman las mismas fuentes. La situación es tal que podría celebrarse una reunión a lo largo del día de hoy para analizar la problemática que está planteando el destacado aumento de asistencias que llegan a urgencias de Zamora, que "superan las 200 diarias, cuando lo normal con el pico de la gripe en otros años, en este mismo periodo, era de 160".

Medios a otros servicios

Una vez resuelto el problema planteado por el número insuficiente de camas, al habilitarse una planta en el Hospital Provincial de Zamora, sería preciso tomar medidas para absorber "el exagerado incremento de enfermos que acude a urgencias" entre enero y febrero, fundamentalmente aquejados por la gripe, a los que resulta imposible atender con prontitud.

Pero la solución no solo pasa por ampliar el espacio y personal en urgencias, sino por tomar la misma medida en aquellos servicios a los que se deriva al ciudadano para realizar las pruebas necesarias para el correcto diagnóstico y reducir así el tiempo de espera del enfermo que llega a urgencias. El refuerzo debe plantearse a nivel más general, advierten estas fuentes, que destacan como factor fundamental del aumento de trabajo el envejecimiento de la población, que conlleva un mayor número de casos de descompensación de patologías y, por tanto, de tratamientos de urgencia. El colapso que se registra este invierno, pues, no solo se repetirá en el futuro, sino que se incrementará, con la lógica necesidad de dotar de más medios humanos y materiales a este servicio y a aquellos que garantizan la correcta la atención al usuario.