El papa Francisco autorizó hoy la promulgación del decreto de ‘virtudes heroicas’, como paso previo a una posible beatificación, del laico Luis de Trelles y Noguerol (1819-1991), fundador de la Adoración Nocturna Española, que falleció en Zamora y cuyos restos se conservan en la Catedral zamorana, de manera que, nada más se publique, De Trelles será considerado ‘venerable’, según indicaron fuentes del Obispado de Zamora.

El sumo pontífice recibió esta misma mañana en audiencia al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, y autorizó la promulgación de decretos relativos a los procesos de beatificación o canonización de varias personas, entre las que figura Luis de Trelles y Noguerol.

Según informó el Vatican Information Service, se trata del decreto de un milagro realizado por la intercesión de una religiosa italiana, tres decretos de martirio -dos de ellos, relativos a grupos de religiosos españoles asesinados por la fe en los años 30- y siete decretos de ‘virtudes heroicas’, entre los que se encuentra el correspondiente a Luis de Trelles. “Es una noticia muy importante para Zamora, algo que nos llena de ilusión. Para mí y para el resto de adoradores es una gran noticia”, señaló el presidente de la sección de la Adoración Nocturna en Zamora, recientemente nombrado patrono de la Fundación Luis de Trelles, representando a Zamora, Manuel Hernández.

Aunque nacido en Viveiro (Lugo), De Trelles falleció en Zamora en 1891, cuando visitaba la sección de la Adoración Nocturna en la Diócesis. En 1991, sus restos se trasladaron a la Catedral, en cuya nave sur reposan, y en 1994 se inició el proceso diocesano de beatificación, “que ahora da un paso importante con la aprobación del decreto por parte del Papa”, según las mismas fuentes.

‘Virtudes heroicas’

El proceso de beatificación por la vía de virtudes heroicas tiene como finalidad la declaración de que el fiel vivió las virtudes cristianas en grado heroico. Al introducir el proceso, se establece la duda procesal de si el fiel vivió las virtudes cristianas en grado heroico, según precisó el Obispado de Zamora.

El tribunal competente para iniciar la causa de beatificación es el del lugar en que ha fallecido el fiel (en este caso, el Tribunal Eclesiástico de Zamora). El postulador ha de presentar una biografía del fiel, todos los escritos del fiel y una lista de personas que puedan testificar sobre la vida del fiel. También ha de añadir las razones que avalan la petición. Desde el momento de la introducción de la causa, al fiel cuya canonización se pretende se le llama ‘siervo de Dios’.

Una vez terminada la fase probatoria, se redacta un documento en el que se examinan los datos recogidos (la llamada ‘positio’) y se envían todas las actas a la Congregación para las Causas de los Santos, dicasterio vaticano encargado de estos asuntos. Así comienza la fase romana del proceso de beatificación. Allí, el Colegio de Relatores elabora una ponencia sobre las virtudes, que se presenta a la Comisión de Teólogos, y si éstos emiten un voto favorable, se entrega a los cardenales y obispos que integran la Congregación.

Si su voto también es favorable, se presenta al Papa la propuesta de que se apruebe el decreto de virtudes heroicas del siervo de Dios. Una vez aprobado y publicado, el siervo de Dios recibe el título de ‘venerable’.

Las normas litúrgicas no permiten dar ningún culto a los siervos de Dios declarados venerables pero, desde el momento de su declaración, han de cesar los sufragios por su alma, puesto que la Santa Sede ha juzgado que ha vivido en grado heroico las virtudes cristianas.