La especialista en ginecología y reproducción asistida Belén de la Torriente, de la Clínica Mencía de Salamanca constata también el creciente interés de las pacientes de la región por la técnica de congelación de óvulos. La especialista coincide en el análisis del doctor De la Fuente sobre las causas para criopreservar semen u óvulos. Y añade otras motivaciones: "Una mujer o un hombre pueden no haber encontrado la pareja de su vida y quieren darse un tiempo. Y quieren conservar ese material que tienen ahora, no el que tendrán cuando se de la circunstancia de que encuentren pareja". Quienes se someten a vasectomía o ligadura de trompas pueden también mantener su semen u óvulos congelados porque "no saben si su actual relación de pareja será eterna, y puede que deseen tener otro hijo en un futuro con otra pareja". Aunque legalmente no hay una normativa que fije una edad límite para reimplantar estos óvulos para su fecundación "sí hay un acuerdo entre clínicas para que se haga como máximo a los 50 años, porque después sería una locura". De la Torriente considera que congelar el semen o los óvulos es "una decisión inteligente que ni siquiera tienes que consultar con tu pareja, porque es tu material genético". Respecto al coste, "pude acceder todo el mundo que pueda ofrecer una vida a unos hijos".