La entrada en vigor de la nueva normativa de etiquetado de alimentos, que afecta no sólo a los productos envasados, sino también a graneles y los elaborados que se sirven incluso en los bares y restaurantes, ha entrado en vigor ayer, como en toda España, también en Zamora, pero aquí lo ha hecho sin pena ni gloria, ya que ni los supermercados ni los establecimientos hosteleros se han adaptado aún a la novedosa legislación. El problema, explica Óscar Somoza, de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería, es que ha entrado en vigor la directiva europea, pero falta el reglamento de desarrollo, de tal forma que hay un vacío en la interpretación de la norma que incluso puede dar como válida la información verbal al consumidor.

Lo que más afecta a la hostelería es la obligación de informar sobre la composición de los platos, sobre todo en referencia a catorce tipos concretos de elementos potencialmente capaces de provocar alergias o intolerancias. Se trata de los cereales con gluten (por ejemplo para celiacos), huevos, lácteos, pescado, moluscos, crustáceos, cacahuetes, soja, frutos secos (como cacahuetes, almendras, avellanas, anacardos, pecanas, castañas, pistachos o macadamias), sésamo, apio, mostaza, altramuces y sulfitos (un conservante y antioxidante que se utiliza para distintos usos, desde el vino a otras bebidas alcohólicas o no alcohólicas envasadas como zumos, mosto o sidra), pasando por alimentos envasados, precocinados, conservas, ultracongelados y vinagre.

Óscar Somoza explica que en principio aplicar la normativa no tendría por qué suponer mayores problemas, aunque sí hecha de menos el establecimiento de un reglamento claro que ayude a los profesionales a cumplir la ley. Se trata de que ahora no sea el cliente el que se tenga que identificar como celiaco o alérgico, sino que encuentre toda la información sobre lo que va a comer en el envase, la tienda de frescos o el restaurante, para tomar sus propias decisiones. A mediados de la próxima semana Somoza, junto a responsables de hostelería de todas las provincias, mantendrá un encuentro en Valladolid con el director general de Salud Pública de la Junta para analizar, entre otras cuestiones, la del nuevo etiquetado, cuya vigilancia corresponde precisamente a la comunidad autónoma.