Fabricar un cohete con una botella de agua, diseccionar una trucha, separar los pigmentos de una planta o conocer la última tecnología en robótica y probar sus funcionalidades. Estos son algunos de los talleres celebrados en la jornada de ayer en el Instituto de Educación Secundaria Río Duero de la capital, durante la celebración de la I Semana de la Ciencia de Zamora. Con el objetivo de acercar a los más pequeños las diferentes ramas del conocimiento científico a través de actividades didácticas, decenas de alumnos de toda la provincia visitaron ayer diferentes centros educativos de la capital para asomarse por primera vez a este universo del saber. Una experiencia que ya realizaba la Junta en el resto de la región y que, por primera vez, la Dirección Provincial de Educación ha decidido trasladar a Zamora.

El IES Río Duero se convirtió ayer en epicentro de la ciencia en la provincia por un día. Más de un centenar de alumnos de primaria de los colegios de Fuentesaúco y La Candelaria acudieron al centro de Obispo Acuña para participar en una jornada en la que los experimentos fueron los grandes protagonistas. Fueron precisamente los alumnos de Fuentesaúco quienes comenzaron la mañana tomando parte en uno de los experimentos más atractivos de la jornada: "Cohetes en el agua". Tras una explicación técnica en la que aprendieron los contenidos y procedimientos a desarrollar, los más pequeños comenzaron a manipular las botellas para crear sus propios cohetes que posteriormente dispararían en el patio del colegio. "Esto es una actividad didáctica pero cuyo trasfondo es lúdico, es para que los niños se lo pasen bien. Sin embargo, en países como Japón, el Club de Jóvenes Astronautas utiliza este experimento como técnica educativa", indica María Ángeles, la profesora de Física y Química del centro. "En esta ocasión no hemos trabajado los cálculos, pero es una actividad perfecta para hacer mediciones de masa, fuerza o aerodinámica que tienen una buena carga pedagógica", apunta.

En otro de los laboratorios del centro, alumnos del CEIP La Candelaria pasaron dos horas dedicadas a la inspección y disección de un pez óseo; en este caso, una trucha. La actividad organizada por el departamento de biología del centro contó con la colaboración de los estudiantes de Bachillerato del instituto. Divididos en grupos, los pequeños atendieron tanto a las explicaciones de los profesores como a las de los bachilleres, que en todo momento indicaron las líneas a trazar para conseguir clasificar todos los órganos del animal.

En otro departamento del IES Río Duero, el de tecnología, tuvo lugar uno de los experimentos que más llamó la atención de los alumnos de primaria que participaron en esta jornada. Se trata de la robótica en la tecnología de la ESO. Los profesores y estudiantes del centro mostraron a los pequeños los diferentes robots de los que disponen y, tras una breve descripción de cada uno de ellos, conectaron los dispositivos al interface y al ordenador para comenzar a funcionar. "Probablemente el más curioso de todos sea el que consigue apilar cilindros uno encima de otro. Pero tenemos de todos los tipos, como otro que sigue una senda previamente marcad", indicó el profesor del área.