Después de cuatro meses cerrada al tráfico, la calle Baños de la capital reabre su paso a los vecinos tras superar varias semanas de obra para demoler las casas y solares antiguos en riesgo de derrumbe inminente. Los trabajos de demolición, limpieza y retirada de escombros arrancaron en agosto hasta derribar por completo las edificaciones y evitar cualquier riesgo a las viviendas colindantes, una petición vecinal que los afectados llevaban meses reivindicando.

Las fincas se han derribado desde la calle Baños hasta la calle Manteca, que ahora se unen en un único solar tras las obras de demolición.

El fin de los trabajos y la posterior reapertura de la calle provoca la satisfacción de los vecinos, un colectivo muy reivindicativo con la defensa de sus derechos después de escritos y peticiones al Ayuntamiento para el cumplimento de los decretos en cuanto a los plazos de derribo, incumplidos en reiteradas ocasiones. "Las obras se han realizado de manera correcta y rápida una vez que empezaron", valoran los vecinos, que explican cómo los operarios "ejecutaron a mano toda la operación salvo la recogida de escombros, donde ya intervino una máquina".

Una vez solventado este problema, la única petición que ponen sobre la mesa es que las medianas que colindan se aíslen para evitar humedades en sus viviendas a consecuencia de las recientes lluvias. Además y, a pesar de la reciente limpieza durante la pasada Semana Santa, las pintadas en las paredes del barrio vuelven a ser una realidad.

Aunque el Ayuntamiento anunció su intención de ejecutar los trabajos de manera subsidiaria ante la tardanza de los propietarios a ejercer su obligación, finalmente los titulares movieron ficha y respondieron a los requerimientos del Ayuntamiento. La institución tenía fijado un coste de 20.000 euros para el derribo que después giraría a los propietarios con la correspondiente sanción, un extremo al que finalmente no han llegado tras la decisión de los propietarios de ejecutar las obras por propia iniciativa.

Además de en el barrio de La Horta, la ciudad cuenta con alrededor de 80 solares abandonados en mal estado a cuyos propietarios el Ayuntamiento ha abierto un expediente de restauración de la legalidad para su limpieza o demolición a consecuencia de denuncias tanto de los propios vecinos como de la propia Policía Municipal. El Ayuntamiento de la capital ha tomado la decisión de asumir por primera vez la limpieza subsidiaria desde que entrara en vigor la nueva ordenanza municipal de limpieza, que excluye el adecentamiento de oficio de los solares en mal estado.