Las obras de consolidación de la roca y la muralla de la capital han permitido descubrir en la excavación efectuada en el Portillo de la Lealtad "el arranque de una escalera que accedía al adarve medieval de ese sector de la muralla defensiva", explica el arquitecto que ha dirigido el proyecto, Francisco Somoza. Se desconocía su existencia porque estaba oculta a causa de la vegetación de la zona y por el derrumbe próximo al laboratorio.

Somoza aclara que los jardines van generando cubrimientos que ocultan tramos de muralla, "que al retirarlos siempre dejan sorpresas". En el sector de las Peñas de Santa Marta, entre la puerta del Obispo y la rampa que da acceso a la zona, se ha producido otro hallazgo: una escalera tallada en roca.

La Ronda del Degolladero, en el tramo que va desde la calle de San Pablo hasta Puerta Nueva, ha sido otro sector de muralla incluido en este importante proyecto, que ha contribuido a limpiar, consolidar y mejorar el recinto amurallado de Zamora.

La intervención que concluye este mes, promovida por el Ministerio de Cultura en cinco sectores de la muralla, pretende evitar el deterioro tanto de la roca sobre la que se levantó la ciudad de Zamora, como de la muralla. El objetivo es impedir que se vuelvan a producir derrumbes como el ocurrido hace una década, "que se llevó por delante más de 100 metros cuadrados de lienzo" del cerramiento medieval.

Se trata de actuaciones preventivas, encaminadas a mantener en el mejor estado posible lo que fue la zona defensiva en el origen del primer asentamiento y la que cercó la ciudad medieval. Se trata que buscan conservar esas estructuras, cuyo deterioro es importante al estar a la intemperie y situarse, en el caso de la roca, bajo una zona urbanizada en la parte alta, lo que explica la necesidad de intervenir de forma continuada para mantener en pie elementos tan representativos de la capital.