Tal y como avanzó la dirección de obra de la restauración de la Muralla, las peñas de Santa Marta incorporan un nuevo sistema de protección para frenar el deterioro de la roca por las humedades. Actualmente, se puede apreciar la colocación de una lona y una instalación de tuberías que quedan ocultas tras grandes losas de piedra. En esta zona, la construcción medieval se asienta sobre la roca que sostiene la ciudad, cuya composición hace que "sea resistente cuando está cohesionada", aunque presenta más problemas en las zonas más blandas, donde "soporta peor las agresiones".

Las obras se encuentran en su fase final después de haber realizado diversos trabajos de reparación en otros cuatro sectores: ronda de Santa Ana, Degolladero, Puerta de la Lealtad y cuesta de los Pepinos. La empresa que lleva a cabo los trabajos culminará la restauración e próximo mes de septiembre, agotando de esta manera el plazo previsto. La inversión ha sido financiada por el Ministerio de Cultura, que ha aportado unos 800.000 euros para llevar a cabo trabajos considerados de "urgencia", dado el constante deterioro al que está sometido "un gran edificio que se encuentra a la intemperie", explican los responsables.

Hasta la fecha, los trabajos han mostrado el mal estado en que se encuentra el lienzo medieval, amenazado de forma constante por la filtración de agua y las raíces vegetales. Las obras contribuyen a frenar un bien que data de la época medieval.