El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, volvió a cumplir un año más con la tradición del acto del lavatorio de pies a un grupo de fieles tras la eucaristía en la Catedral, donde a través de la Misa de la Cena del Señor se recordó la última cena de Jesús, en el día que también se conmemora el amor fraterno y la institución del sacerdocio. De esta manera arrancó el triduo pascual.