-Hablábamos de la proliferación de tiendas chinas y de los mercadillos. Sin embargo, puede que en este contexto el consumidor busque lo más barato sin importar tanto como antes la calidad.

-Sí y no. Yo también puedo comprar muy barato y vender muy barato, pero elijo otra serie de prendas y doy la garantía de que, si una prenda sale mal, la cambio por otra o devolvemos el dinero. A nosotros El Corte Inglés no nos ha enseñado nada en ese sentido. Tenemos que buscar fórmulas para competir y una de ellas es ofrecer cosas que no estén en los mercadillos. Puedes comprar sábanas muy baratas o zapatos por quince euros, pero intentamos desviarnos de esa línea.

-Soportan además el problema de los impuestos, que han subido en los últimos años.

-Tenemos mucha presión fiscal. Además la Seguridad Social, que es carísima. La gente parece que no sabe de dónde sale el dinero de la jubilación o del paro, parece que el dinero del Estado no es de nadie, que el del Ayuntamiento tampoco pero yo, y todos los zamoranos, pagamos tasa de basura hasta por las plazas de garaje. Pagamos muchos impuestos. Nos han subido el IBI, tenemos menos ganancia del negocio pero pagamos más impuestos. Además la luz, muy cara, los seguros de los edificios y de los vehículos... Con todo esto hoy no se gana, se cubren gastos.

-¿Notan los comerciantes la salida de la crisis?

-La gran economía parece que se va arreglando pero a nuestros clientes, al pequeño comercio, le cuesta mucho. Los políticos hablan mucho de la prima... pero para la gente de la calle la prima es la que está en el pueblo. La recuperación va a ser lenta.