Toda la noche a oscuras. Así estuvieron las calles del barrio de Carrascal en la madrugada del viernes al sábado. Los vecinos se encontraron con que al anochecer las farolas de la zona no se encendían «y no lo hicieron en toda la noche. Eran las ocho de la mañana y no se habían iluminado», informó Alfonso Martínez, miembro de la junta directiva de la asociación de vecinos de Carrascal. Esta situación ya se había producido días atrás, concretamente durante la noche de Nochebuena, aunque en esta ocasión el problema se produjo de forma intermitente, «con la luz yendo y viniendo cada poco rato, pero sin cortarse durante una larga temporada, sino con cortes de pocos minutos», recordó Martínez. Además, en la noche del martes al miércoles la luz no solo desaparecía de las calles, sino también en las propias viviendas del barrio, por lo que la cena de Nochebuena en Carrascal «fue un poco accidentada», reconocieron desde la junta directiva del barrio, quienes ayer por la mañana se habían puesto en contacto con el concejal de Obras del Ayuntamiento vía telefónica para buscar una solución.

La luz no ha sido el único problema en este barrio de la capital en esta semana de Navidad. De hecho, las abundantes lluvias caídas durante los últimos días han provocado numerosas inundaciones en sus calles y sobre todo en la curva de la entrada al barrio, por lo que había que tener extremo cuidado a la hora de circular. «Además, sin luz en las calles, es más peligroso, porque no se ven los inmensos charcos», explicó Alfonso Martínez.

La presidenta de la asociación, Luisa Argüello, añadió que «la combinación de estas dos circunstancias supone un serio peligro para la conducción, ya que la escasa visibilidad de esa curva cuando carece de alumbrado propicia la entrada en una especie de laguna sin percatarse, con el consiguiente sobresalto y riesgo de deslizamiento».

La asociación de vecinos entregará mañana un escrito en el registro del Ayuntamiento para pedir una solución, tanto a los numerosos fallos en el alumbrado público, ya que en los últimos meses han sufrido este problema en más de una ocasión, como a las anegaciones en las calles del barrio cuando caen lluvias intensas.

Respecto a este último aspecto, Argüello recordó que ya se solicitó a finales de octubre un solución, que pasaba por el mantenimiento del aliviadero de aguas pluviales de la calle Azenias del barrio. «Responsables del Ayuntamiento se acercaron para evaluar el estado de ese canal y de hecho se realizó un desbroce de la parte hormigonada, quedando pendiente reponer la zanja sobre el terreno de tierra, desaparecida, y dotar de retención a la toma de agua, a fin de que las avenidas sean conducidas a la canalización y no inunden las calles del barrio», indicó, para finaliza asegurando que «este mantenimiento sigue sin llevarse a cabo».