El pasado fin de semana del Pilar fue una de las fechas en las que la presencia de aviones en los cielos de La Guareña fumigando con estelas de colores alcanzó su punto álgido, según indicaron ayer vecinos de la comarca, testigos presenciales del trasiego de aeroplanos. Desde hace dos años esta zona del sur de la provincia sufre fumigaciones detectadas tanto por agricultores, como es el caso de Marcos Alonso, de Argujillo, como de organizaciones agrarias (UPA) y activistas medioambientales, caso de Josefina Fraile Martín, presidenta de la Asociación Terra SOS-tenible. Esta última fue la encargada de pronunciar una conferencia sobre las fumigaciones aéreas clandestinas en La Guareña, que había sido organizada por el Frente Cívico en el salón de actos del conocido como edificio de Trabajo, en la plaza de Alemania.

En el transcurso de la conferencia los asistentes pudieron asistir a una detallada explicación de lo que está ocurriendo en La Guareña, que podría corresponderse con experiencias que se desarrollan para cambiar el clima. En la zona se han encontrado escamas de aluminio dispersas por los campos o hilos, que se pueden coger ya en madejas, de un material que en principio sería arrojado por los aviones en sus fumigaciones. A lo que respondan este tipo de ensayos es ahora mismo una incógnita y precisamente los congregados ayer es lo que piden: se que suspendan inmediatamente las fumigaciones, que están afectando ya a cultivos y otras plantas, e incluso a los seres humanos y sus responsables den una explicación de lo que está ocurriendo. Entre las interpretaciones más probables, que se trata de experimentos de geoingeniería, es decir, la manipulación deliberada del clima a escala global, que permitiría a quien controlara la tecnología hacer lo propio con la lluvia o la sequía.