Con la responsabilidad de el vicerrectorado que más tiene que ver con los usuarios de la universidad, los alumnos, esta gallega afronta días de trabajo extra por los cambios que está sufriendo el sistema de becas en el país.

-¿Qué porcentaje de alumnos del Campus Viriato recibe beca del Ministerio de Educación?

-Normalmente se conceden alrededor del 60% de las que se solicitan. En la Universidad de Salamanca en conjunto este curso que acaba se han pedido un total de 12.803, de las que finalmente se han concedido 6.934. Esto de un total de más de 25.000 alumnos que conforman la universidad.

-¿Es más o menos que en cursos pasados?

-Desde el curso 2008 al 2010 el número de becas se mantuvo constante y luego sufrió un gran incremento en 2010-2011 hasta el 2011-2012, tanto en el número de solicitudes como en el de becas concedidas.

-¿Es la crisis la causa?

-Sí, siempre hemos relacionado este gran aumento de las peticiones de becas con la acentuación progresiva de la crisis económica que está viviendo el país, un aumento en las solicitudes que se ha producido en todas las convocatorias de becas. ¿Qué pasó? Que desde el curso 2011 al 2013 el número de solicitudes siguió aumentando, pero no así el de becas concedidas.

-¿En qué titulaciones se conceden más ayudas?

-No tenemos esos datos desagregado por titulaciones, es un estudio que tenemos que hacer, pero ahora con la cantidad de trabajo que tenemos con las becas sería inasumible. Desde el día siete de junio que se hizo público que había un nuevo borrador de Real Decreto de becas el trabajo se ha multiplicado, porque todas las universidades nos hemos manifestado en contra de algunas de las propuestas que contiene ese borrador, que todavía no ha sido aprobado.

-¿Qué puntos de ese borrador son los más dañinos?

-Básicamente tres cosas: desaparecen ayudas, se endurecen los requisitos académicos y a mí me parece muy preocupante que la beca del Ministerio deje de tener el componente fijo, es decir, que el alumno pueda saber a qué cantidad opta según sus niveles de renta o circunstancias personales. Ahora pasa a tener un componente variable, que no depende de los resultados académicos del estudiante, sino de los resultados de otros alumnos que estudian en esa rama de conocimiento, también del número de solicitantes, de la cantidad que presupueste en Ministerio, etc. Es decir, es un componente desconocido, incierto, y no se va a poder determinar hasta que no se resuelva la convocatoria de las becas. Así, un estudiante que solicite una ayuda en el mes de septiembre u octubre puede no saber cuánto va a recibir o si se la van a conceder o no hasta el mes de mayo. A mí eso me parece que atenta contra la igualdad de oportunidades, porque un alumno cuya familia no tenga recursos económicos le va a costar mucho más tomar la decisión de estudiar, porque no va a saber si va a tener beca o cuál va a ser la cuantía hasta muchos meses más tarde. Eso es muy preocupante, porque yo siempre creí y soy una firme defensora de que la cuantía de las becas se conozca cuanto antes mejor.

-Como vicerrectora de estudiantes, ¿conoce casos de alumnos que han tenido que dejar los estudios por el aumento de tasas y la incertidumbre en la concesión de becas?

-Oímos hablar de ellos, pero realmente hemos seguido muy de cerca los datos de anulaciones de matrícula y son similares a los de otros años. Este año tenemos las mismas que otros cursos, y son anulaciones por muchos motivos, porque no quieren seguir estudiando, porque no pueden o porque está suspendiendo y no le está yendo bien en los estudios. No podemos relacionar estas anulaciones con una imposibilidad de pagar. El año pasado no se hablaba tanto de becas y no se le daba tanta importancia a este dato.

La Coruña, 1964

Cristina Pita Yáñez se licenció en Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid en 1987. En 1993 se incorporó a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Salamanca. Desde 1996 hasta la actualidad, ha sido profesora titular de universidad en el área de Fundamentos de Análisis Económico de la Facultad de Economía y Empresa. Sus campos de especialización son la Organización Industrial y la Economía Laboral. En los últimos años se ha centrado en la inserción laboral de titulados universitarios. Ha sido Secretaria de Facultad, Secretaria de Departamento y Directora del Servicio de Orientación al Universitario.

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