Los vendedores de vehículos antiguos han encontrado un nuevo cliente tipo para colocar sus coches que, si bien se venden a un precio muy bajo, todavía puede ofrecer grandes ventajas a todos aquellos que los compran. Ventajas, sobre todo, económicas, ya que algunos de ellos en realidad no se usan para ir de un sitio a otro, si no para entregarlo a un concesionario y así poder estar entre los beneficiarios de los 2.000 euros que entrega el Gobierno a los que cambian su vehículo de más de diez años de antigüedad por otro nuevo (en el caso de los vehículos comerciales la antigüedad exigida se reduce hasta los siete años). Si uno no tiene coche pare entregar, se compra.

Hay cientos de anuncios en Internet, solo en la provincia de Zamora, que ofrecen vehículos de avanzada edad a precios muy económicos y que pueden ser destinados a este fin. Hay que recordar que entre los requisitos del Plan PIVE está que el comprador entregue un coche viejo, pero no se dice nada sobre el tiempo que este comprador ha tenido que poseer el coche antes de entregarlo. Tampoco importa el estado en el que se encuentre el vehículo, incluso puede estar siniestrado. Lo cierto es que esta operación sale rentable porque un vehículo de estas características puede adquirirse fácilmente por menos de quinientos euros, por lo que la operación final deja al interesado unos márgenes de beneficios que en la mayoría de los casos superarían los 1.500 euros. Un negocio redondo.

Aunque es cierto que la misión del plan, según han indicado desde el Gobierno, es la de dar de baja a los vehículos más antiguos y menos eficientes para favorecer la seguridad vial y proteger el medio ambiente, las operaciones de compraventa de usados entre particulares se han incrementado desde la entrada en vigor del PIVE, y aquí puede estar una explicación.

Tomás Herrera, presidente de Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparaciones y Recambios), indica que este mercado, el de compraventa de vehículos de más de diez años entre particulares, ha aumentado un 7,5% desde hace unos meses. Evidentemente, aunque supongan un claro incentivo, las operaciones encaminadas a aprovecharse de los beneficios del Plan PIVE no son lo que ha propiciado el estallido sino «la propia situación económica». Eso sí, han supuesto un empujón. Según los datos de la propia asociación, más de la mitad de las operaciones en el mercado de vehículos de segunda mano se realiza entre particulares y, de estas, dos de cada tres son relativas a vehículos de más de diez años, es decir, los candidatos perfectos para acogerse a los beneficios del PIVE.

Sin embargo, las asociaciones de empresarios del automóvil insisten en que esta práctica es considerada como «competencia desleal», por lo que llaman a todos los particulares a realizar sus operaciones en un concesionarios donde se aseguran unos estándares mínimos de calidad y se garantiza al cliente el funcionamiento del vehículo durante un tiempo prudencial.

El Plan PIVE 2 tiene un presupuesto de 150 millones de euros, el doble de los 75 con los que contó el primer programa de estas características. Por cada operación, el Estado aporta mil euros que se aplican descontándolos del precio del vehículo mientras que el fabricante aporta mil más siempre y cuando se adquieran vehículos que cumplan determinadas garantías de respeto hacia el medio ambiente. El descuento aplicado a las familias numerosas puede ser incluso mayor, de 3.000 euros, siempre que el vehículo que se compre tenga una clasificación energética A, B o C y tenga un mínimo de cinco plazas. El precio del coche no puede ser superior a los 25.000 euros ni a los 30.000 si se trata de una familia numerosa.

Por otra parte, el plazo durante el que este plan estará vigente acabará el 4 de febrero del año que viene o antes, si se acaban los fondos que han sido destinados. El ministerio espera que los 150 millones que han sido destinados sirvan para renovar 150.000 vehículos y sustituirlos por otros más seguros y eficientes. También hay algunas novedades con respecto al primer plan. Por ejemplo, antes se podían acoger a él los coches de hasta un año de antigüedad mientras que ahora tienen que ser nuevos.