El tratamiento de la alergia provocada por la picadura de avispas y abejas fue el asunto tratado en la ponencia principal del 37 Congreso de la Sociedad Castellano Leonesa de Alergia e Inmunología Clínica, celebrado el pasado fin de semana en el palacio de La Alhóndiga de Zamora. Y se eligió para tratar la materia a una de las mejores especialistas del país en este campo, la doctora Carmen Moreno Aguilar, alergóloga del Hospital Universitario «Reina Sofía» de Córdoba. La doctora lanza un mensaje positivo a los afectados por alergias a las picaduras de estos insectos alados ya que, dice, las posibilidades de curación son muy altas. Eso sí, reconoce que hay aún muchos enfermos infradiagnosticados o que no están recibiendo el tratamiento adecuado, cuando en los hospitales existen medios suficientes para abordar el problema con altísimas probabilidades de éxito.

-Su ponencia habla del tratamiento de la alergia a himenópteros en base a la evidencia. ¿Qué son los himenópteros?

-Los himenópteros son insectos que tienen alas membranosas. Para entendernos, las abejas, las avispas y las hormigas.

-¿Cuáles de ellos producen alergias?, supongo que serán sobre todo las abejas.

-Los que son importantes desde el punto de vista alergológico son las abejas y las avispas pero no todas ellas, sino solamente aquellas que viven en sociedad. Concretamente la abeja de la miel que todos conocemos y que tiene como nombre «elegante» el de «Apis mellifera», y dos tipos de avispas que habitan en la Península Ibérica, una que hace los nidos al aire, que se llama «Polistes» y otra que los hace debajo de tierra que se conoce científicamente como «Véspula». Esos tres tipos de insectos himenópteros son los que realmente tienen un interés para los humanos en términos de producir enfermedades.

-La alergia a la picadura de avispas y abejas es una reacción que puede producir cuadros de enfermedad graves, ¿no?

-Si, la alergia al veneno de los himenópteros es una enfermedad que tiene poca relevancia desde el punto de vista de su prevalencia, porque es poco frecuente entre la población. Pero tiene muchísima relevancia en términos de la gravedad de las reacciones que produce. Porque de hecho pueden llegar a producir la muerte.

-La ponencia que pronunció en Zamora versó sobre el tratamiento de la alergia a himenópteros en base a la evidencia. ¿Qué planteó en la conferencia dirigida a los profesionales?

-Para entendernos, podemos decir que esta es una enfermedad muy grave, que es muy poco conocida, que se identifica escasamente, pero que tiene un diagnóstico sencillo y sobre todo se cura, que es lo más importante.

-¿En qué porcentaje se puede resolver?

-Es un enfermedad que se puede curar y con un nivel de éxito que ya lo quisiéramos no sólo los alergólogos sino los médicos en general para muchas de nuestras intervenciones habituales. Es una pena que los pacientes estén por ahí siendo infradiagnosticados o infratratados solamente porque no llegan a un alergólogo. Porque además el tratamiento está a mano en cualquier hospital público de cualquier provincia española donde haya un alergólogo. Esta ponencia lo que trata es de revisar todas aquellas revisiones que son científicamente comprobables que nos conducen al éxito del tratamiento. Sobre todo para separar estas prácticas de aquellos usos o aquellas cosas que no están suficientemente probadas y que digamos no son estrictamente científicas, que también las hay y están circulando por ahí.

-En principio parece que los alérgicos a las picaduras padecen el problema durante toda su vida, pero usted afirma que se cura.

-Se cura, y además lo puede escribir con mayúsculas y en negrita. Se cura además para siempre, con una vacunación que le aplicamos a los pacientes afectados en los hospitales. De hecho, se cura mucho más que la alergia al polen, a los ácaros o cualquier otra alergia. Se puede afirmar que se cura definitivamente.