Zamora triplica su población con la llegada de la Semana Santa al superar con creces las 200.000 personas entre zamoranos y turistas. La llegada de visitantes comenzó a apreciarse el pasado lunes, con un repunte de personas que acudieron a la Oficina Municipal de Turismo con respecto al pasado año. De manera escalonada, los viajeros llegan a la ciudad atraídos por la Semana Santa castellana ya que, si bien años antes lo habitual era que los visitantes arribaran a la capital el propio Jueves Santo, desde hace dos o tres ejercicios desde el miércoles ya hay una presencia nutrida de turistas. Prueba de ello son las calles de la ciudad, en especial, del casco histórico, repletas ayer de gente desde por la mañana.

Lo mismo ocurre en cuanto al número de vehículos, con un tráfico más elevado que cualquier jornada habitual en la capital. En la provincia la historia se repite, con unas previsiones de 125.000 vehículos concentrados en las carreteras zamoranas.

A pesar de la masificación de la ciudad durante la Semana Santa, los hoteles no han conseguido el lleno absoluto debido a las inestabilidad meteorológica. Esta circunstancia ha impedido copar las plazas hoteleras durante el Jueves y Viernes Santos, tal y como estaba previsto. Según el presidente de Azamtur (Agrupación Zamorana de Empresas para la Promoción Turística), Fernando Calderón, las previsiones de ocupación hotelera para estos días centrales de la Semana Santa rondan el 90% que, en algunos casos, se eleva hasta el 95%. Para el sábado la cifra se recortará hasta «el 70%», según las previsiones del sector.

El parque de San Martín permanece vallado desde ayer para proteger la zona de juego de los efectos del botellón que cada madrugada del Viernes Santo se produce en varias calles del casco histórico de la capital. La actuación comenzó durante la tarde de ayer en presencia de varios agentes de la Policía Municipal que dieron a los operarios las órdenes oportunas sobre el correcto vallado del perímetro.