Durante la declaración de las personas que estuvieron retenidas en la oficina de la calle Santa Clara, una de las tres víctimas para las que se reclamaba una indemnización decidió renunciar a su parte. Se trataba de la menor cuantía de las tres, ya que, en su caso, estos hechos le provocaron una crisis de ansiedad de la que tardó tres días en recuperarse. A quien sí tendría que compensar en el caso de que finalmente el fallo de la Audiencia Provincial fuera condenatorio sería a otras dos mujeres. Una de ellas por una falta de lesiones, ya que tardó 20 días en recuperarse de una crisis de ansiedad, por lo que recibiría mil euros. En el caso más grave la cantidad ascendería a 1.500 euros por lesiones y 80 euros por secuelas. Visiblemente nerviosa, esta testigo, que prefirió declarar amparada por un biombo, reconoció que la ansiedad paroxística que sufrió le impidió volver al trabajo hasta un mes después y que ahora tiene estrés pos traumático, lo que le obliga a medicarse para poder dormir.