Negros, aburridos, simples, monótonos. Estos calificativos pierden su sentido con los calcetines de Calcetown, una empresa que nace de la mente de cuatro amigos zamoranos que pretenden «revolucionar» esta prenda, la gran olvidada en el fondo del cajón, solitaria aunque siempre vaya en pareja. Ángel Gutiérrez, Leo Pozo, Raúl Zurrón y Óscar Martín pusieron en marcha hace poco más de un año una idea que surgió tomando un café y a la que dieron forma gracias a su ilusión y a la aportación de sus conocimientos en diseño, informática o marketing «on-line». «Somos como hombres orquesta, nosotros hacemos todo», asegura Pozo, diseñador, quien recuerda que «desde hacía tiempo» les rondaba por la cabeza meterse en un proyecto donde el producto fuera algo «básico y sencillo». Las ganas hicieron el resto.

«Tomamos como referencia esta prenda porque queríamos imprimirle carácter, echarles una mano, ya que son las pobres piezas olvidadas, oscuras? queríamos darles un toque de luz», explica. Y así surgen modelos de calcetines como «caperucita encarnada», «azul aire», «goldfinger» o «lima ácida», donde el color es el gran protagonista.

«Se puede ir bien vestido y darle un toque alegre a la vez», defiende Óscar Martín, quien apunta a que uno de los objetivos de esta empresa es «desterrar la idea del calcetín como regalo de castigo, hacerlo algo mucho más divertido».

Estas pasadas navidades han sido un punto de inflexión en su joven negocio. Con un precio fijado de 7 euros el par, las ventas han subido en esa época del año en la que más regalos se suelen hacer. Además, cuentan con la calidad del hilo italiano «que ha sido mercerizado, peinado y gasado para darle una textura, color y comodidad especiales», explica Martínez. Fabricados en Barcelona, se convierte en un producto «cien por cien español» que cada cierto tiempo cambian sus modelos.

Las nuevas tecnologías son «esenciales» en este negocio zamorano. La venta se realiza a través de su página web (www.calcetown.com), donde se explica, el diseño, la fabricación y los materiales utilizados, además de ofrecer descuentos y promociones. «Las redes permiten ser el departamento de I+ D gracias a los seguidores», indica Martínez. Además de su propio blog, también cuentan con una página en Facebook que ya se acerca a los mil seguidores.

La actual crisis no asusta a estos emprendedores. «Este es el mejor momento para crear e intentar buscar nuevos caminos», subraya Leo Pozo, consciente de que lo importante en este caso, ante todo, «es que nos estamos divirtiendo y este proyecto se ha convertido en una excusa para hacer todos algo diferente a nuestro trabajo habitual».

Por el momento, los diseños van encaminados al público masculino, aunque ya tienen en mente abrir mercado entre los más pequeños. «Las mujeres también nos piden mucho diseños para ellas, porque son las que suelen comprar este producto a sus maridos», reconoce Óscar Martínez.

Además, diseñadores como Bere Casillas ya se ha interesado en este producto zamorano, al igual que alguna tienda de Inglaterra, lo que significaría llevar la venta de estas originales prendas fuera de Internet, en tiendas físicas.

«Diseñamos, fabricamos y comercializamos calcetines de diseño, diferentes a lo que existe en el mercado, para gente que se siente diferente», anima Martínez. Como meta, tienen una producción prevista de 6.000 pares mensuales «en el momento óptimo de funcionamiento, pero hasta llegar a ese punto hay que ir avanzando poco a poco, se trata de un proyecto a largo plazo», finaliza.

Datos de empresa

Socios

La empresa surge hace un año con cuatro socios zamoranos provenientes del mundo del diseño, la informática y el marketing «on-line».

Producto

Tan sencillo como los calcetines pero con la marca de estar fabricados con hilo italiano y ser un producto netamente español.

Venta

Los calcetines se pueden adquirir en la tienda «on-line».

Mercado

De momento, solo está dedicado al público masculino, aunque comenzarán a pensar también en modelos infantiles.