La mayor parte de los profesionales sanitarios que seguían trabajando con una edad superior a los 65 años se tendrán que jubilar, situación que no se espera cree ningún tipo de problema de atención a los pacientes, aseguró ayer en Zamora el gerente regional de salud, Eduardo García Prieto. «Hay una serie de personas que estaban en la prolongación del servicio activo y a partir del 1 de abril cesa la prolongación del servicio activo, salvo que se les haga una comunicación previa en la que se les comunique que pueden continuar». Ahora mismo «lo que estamos haciendo es estudiar con cada uno de los gerentes dónde es necesario reponer las plazas, dónde es necesario que alguna persona permanezca en el servicio activo, ya sea médico, enfermera o cualquier categoría, barajando la posibilidad de plantilla que tienen actualmente». Así, se determinará caso por caso «la posibilidad, si es necesario reponerlo, de que haya una sustitución de ese personal, la disponibilidad de profesionales o que se permita seguir en el servicio activo en los casos que contempla la norma, que esa persona esté haciendo algún tipo de técnica o de trabajo muy específicio y que conviene mantener». El gerente no cree que el incremento de jubilaciones que provocará la medida genere problemas asistenciales en la provincia. «Estamos en estos momentos con todos los hospitales organizando esto y no esperamos que tenga ninguna consecuencia en la actividad de los centros».