La Plataforma de Afectados por la Hipoteca volvió a concentrarse a las puertas de una sucursal bancaria, en este caso la oficina de Banesto ubicada en la zamorana Ronda de la Feria, para apoyar a un afectado por las «cláusulas abusivas» que «han introducido los bancos» en los contratos hipotecarios.

En esta ocasión el afectado fue un colombiano residente en Zamora desde hace más de un lustro. Miguel Marino, ese es su nombre, pidió hace cinco años una hipoteca a Banesto por «140.800 euros» con la que se compró un piso en la capital.

Actualmente esta persona, que está en paro y cuenta con esposa y dos hijos menores a su cargo, se encuentra en el paro y «no ha podido hacer frente» a sus obligaciones con el banco, aunque asegura «que pago cuando voy pudiendo y en la cantidad que buenamente puedo».

Marino tenía prevista la subasta de su piso para el próximo día 15 de febrero. El afectado acudió a las oficinas de la entidad bancaria con la esperanza de poder reunirse con el director para aclarar su situación y solicitar formalmente la dación en pago para saldar su deuda. Finalmente, al estar el director «de vacaciones» no se pudo llegar a ningún acuerdo formal aunque según Patricio Alonso, abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, «nos ha asegurado que estudiarán el caso y que nos llamarán desde León para darnos una respuesta definitiva».

Actualmente, según las informaciones recabadas, la deuda de este colombiano residente en Zamora ascendería a unos «143.000 euros con la entidad bancaria». De esta manera, según la ley, Banesto «tendría derecho a quedarse con su casa y aun así acumularía una deuda de unos 70.000 euros, algo normal en estos casos», según el abogado de la plataforma.

Aunque hasta el momento no ha habido comunicación oficial, Patricio Alonso argumenta que «hemos visto buena predisposición» por parte de la entidad financiera y «nos han comentado que suelen» aceptar la dación en pago en casos como este. De salir adelante la propuesta Miguel Marino perdería su vivienda pero también dejaría de estar «atado de por vida» al banco con una «deuda millonaria», según relató el propio afectado tras salir de la reunión con el responsable de la entidad en el encuentro.

Miguel Marino apuntó a la salida de la reunión que, en una situación de desempleo como la que «tengo ahora», con «personas a mi cargo» y «sin muchas esperanzas de encontrar trabajo», «me conformaría con que se quedaran con mi casa y no tuviera que pagar la deuda o me permitieran seguir en mi casa» con un alquiler social.

Patricio Alonso denunció que «los bancos hacen esto porque legalmente pueden hacerlo» y recalcó que «somos los ciudadanos los que estamos cambiando la situación».