Los crímenes rurales se cebaron con el año 1996, ejercicio que en las últimas dos décadas contabiliza un mayor número de homicidios en los juzgados de la provincia. La sucesión de homicidios comenzó en el mes de mayo, cuando tuvo lugar el conocido como crimen de Algodre, que inauguraría los juicios con jurado en 1997. Y motivaría también el primer recurso contra la sentencia condenatoria que dictó el jurado contra el vecino de esa localidad, cuyas iniciales son R.L.B., que contaba 60 años cuando mató a la joven valenciana con la que compartía su vida, M.C.N., por lo que se le impusieron siete años de prisión y la posibilidad de excarcelación por considerar que sufría una enfermedad mental. Villanueva de los Corchos fue la segunda localidad que se conmocionó con otro de estos sucesos, el homicidio de una mujer, C.D., a manos de sus sobrinos. El año cerraría con otro crimen, el de una mujer de 81 años, S.F., en la localidad zamorana de Faramontanos de Tábara.