Aproximar el arte contemporáneo a jóvenes de una manera amena, cercana y actual supone uno de los objetivos del programa educativo «Sala Cero», que promueve el colectivo de profesores El Punto Rojo, integrado por diez docentes de módulos de Formación Profesional así como por Educación Plástica y Visual, Historia del Arte o Dibujo Técnico de Secundaria y que coordina el zamorano Álvaro Pérez Mulas, con el departamento de Departamento de Investigación y Educación del Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano, de Valladolid.

La colaboración se tradujo en la exposición «La mirada observada», dirigida a alumnos y público en general, centrada en cómo miramos, cómo nos miran o con qué intención, etc, dado que «una de las bases de la plástica es aprender a ver por lo que en la primera muestra nos plantearon enseñar a mirar», precisa Pérez Mulas. A ello se unió la creación de un falso circuito delante de una obra por parte de los alumnos así como un programa educativo interdisciplinar.

Nuevamente el museo y el colectivo cooperaron para llevar a cabo el pasado curso la muestra «Para raro-para normal», donde, a partir de piezas de la colección de la pinacoteca vallisoletana, «se reflexionaba sobre ambos conceptos», describe el zamorano y coordinador de El Punto Rojo, un grupo creado hace cinco años, donde «los integrantes tenemos en común el planteamiento en contra del encorsetado libro de texto y la preocupación de que la sociedad evoluciona y la manera de enseñar no» y que ha suscitado el interés de docentes de las provincias de Zamora y de Palencia.

«Cuando trabajo en clase muestro obras de grandes artistas a los alumnos para que vean como se creaba y ahora lo que hacemos es explicarlas en el propio museo», testimonia Álvaro Pérez Mulas que junto con sus compañeros y los responsables del Museo vallisoletano ultima la preparación y el diseño de un nuevo discurso expositivo que mostrarán a sus alumnos, a muchachos de otros centros y al público en general a partir del próximo mes de febrero.

El zamorano afirma que «unos 300 alumnos de centros de Valladolid se han beneficiado de la actividad». «Ellos al principio se sorprenden porque cambiamos las estructuras de las clases y, sobre todo, se involucran mucho más» en tanto que como profesor subraya que «este proyecto supone una manera de abrir mentes porque trabajamos con arte contemporáneo que no se plantea mucho en enseñanza». «Supone un compromiso de trabajo que tiene su rendimiento claro con los alumnos y personalmente me gusta el intercambio de ideas y ver cómo otros compañeros plantean las clases me parece realmente enriquecedor».

Un museo de la comunidad vasca se ha interesado ya en conocer en profundidad el proyecto educativo y quiere analizar cómo sería posible trasladarlo a sus instalaciones y a su colección e incluso un espacio cultural localizado en Holanda ha planteado al colectivo El Punto Rojo la posibilidad de poner en marcha una nueva iniciativa, según adelantan fuentes del grupo.

La divulgación de la propuesta «Sala Cero», desarrollada a lo largo de los dos pasados cursos escolares, comenzó a raíz de un artículo publicado por la Universidad de Murcia. «Posteriormente se han interesado desde de la Universidad de Navarra y desde la de Granada que nos han pedido que colaborásemos con proyectos específicos que llevan a cabo ellas», indica el artista y docente zamorano Álvaro Pérez.

El programa también se ha presentó en la feria de Arco, donde lo dieron a conocer en un ámbito dedicado a personas vinculadas con la educación artística, y más recientemente en el II Congreso Internacional los Museos en la Educación, organizado por el área de Educación desde el Museo Thyssen-Bornemisa. «La iniciativa no partió de nosotros, sino que se pusieron en contacto con Patio Herreriano», explica el coordinador de El Punto Rojo que detalla: «Se ha trabajo a través de una plataforma web, donde, para nuestra sorpresa, en alguna de las videoponencias colgadas se nos ha citado como referente» y posteriormente se ha producido una reunión real en Madrid.

La próxima cita en unas semanas en la Sala Cero del Patio Herreriano.