El periodo tradicional de rebajas invernales, que como cada año dará comienzo después del Día de Reyes, no despierta de momento los entusiasmos de los comerciantes de la ciudad. Si en ejercicios anteriores siempre se tenía en cuenta el baremo del año anterior para intentar superarlo, ahora los propietarios de los comercios tradicionales de la ciudad esperan, como mucho, cosechar un nivel de ventas similar al del año pasado.

Y eso siendo optimistas. Desde la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio, Azeco, apuntan que uno de los principales motivos por los que se espera un nivel de facturación similar al del periodo de descuentos de hace ahora justo un año es que en diciembre las ventas no se ha contraído como se esperaba en un principio viendo la cada vez peor situación económica en la ciudad y en todo el país.

«Diciembre ha sido un mes bajo en lo referente al nivel comercial de las tiendas de la ciudad», afirman desde la representación del sector, «pero no peor que en 2011». Desde Azeco recuerdan que han tenido importancia a la hora de estimular el sector las iniciativas que se han llevado a cabo en las últimas semanas. La última, la «Zamora Happy Shop», que se celebró en el fin de semana previo a Nochebuena, se cerró con unos datos «muy positivos» para los comerciantes, cuya organización patronal se reitera en la «imperante necesidad» de abrir en días importantes para el sector. En relación a esto, el próximo lunes, festivo por caer la jornada de Reyes en domingo, los comercios de la ciudad tendrán plena libertad para abrir sus puertas.

Así las cosas, la asociación de comerciantes considera que «sería un buen dato» si las ventas fueran similares a las del año anterior. Esto en lo referente al pequeño comercio, las tiendas tradicionales de la ciudad que se ven más limitadas que las grandes firmas a la hora de establecer periodos de rebajas. A pocos comerciantes se les escapa que la liberalización del periodo de rebajas que ha aprobado la Junta, a la que se han adherido bastantes comerciantes junto con las grandes superficies para no perder comba, repercutirá de forma negativa a la hora de contabilizar la caja de los dos próximos meses.

Este año, como novedad, los Reyes Magos han tenido la posibilidad de hacerse con los regalos en rebajas, lo que también ha afectado, para mal, a la típica subida de ventas que se registra en las fechas previas a esta tradicional celebración. El hecho de que muchos zamoranos vayan a recibir sus regalos por un precio rebajado ha hecho que algunos comercios, «los que pueden», no hayan tenido más remedio que añadirse al adelanto promocional.

Desde Azeco recuerdan que en una situación «tan grave y tan delicada» como la actual, «cualquier esfuerzo es poco», incluso el de adelantar los descuentos a la que tradicionalmente es la época de mayor actividad comercial del año. Lo que es seguro es que «cada comercio está echando el resto» para aumentar su nivel de ventas y, aunque la medida «pueda parecer contraproducente en algunos aspectos», es «mejor eso que no vender nada».

Los comerciantes consultados esperan, eso sí, que el nivel de ventas en rebajas supere al de los meses anteriores «como no podía ser menos». Jesús Fidalgo, trabajador de un comercio de la ciudad, apunta que, aunque el periodo de rebajas se ha liberalizado, «la tradición pesa mucho y la gente tiene asumido que los descuentos empiezan a partir de Reyes, como se ha hecho siempre».

Lo que es seguro es que en esta ocasión las rebajas no se ajustarán al tópico de histerias y aglomeraciones en los comercios. Seguramente, tampoco habrá personas agolpándose a las puertas en busca de las prendas y objetos más atractivos. Trabajadores del sector apuntan que en julio, mes en que los periodos de rebajas se ajustaron más que ahora a lo que tradicionalmente se ha dado, «ya se redujeron las colas y las aglomeraciones de gente», principalmente porque «no hay tanta prisa por comprar».

En esta línea, los comerciantes esperan que aumente, en consecuencia con lo que viene sucediendo en las últimas fechas, el número de personas que se espere a las «segundas rebajas», que este año podrían llegar antes que en enero del año pasado. Ya en verano muchas tiendas, principalmente las grandes superficies, comenzaron a ofrecer mayores descuentos a los pocos días de iniciarse las jornadas de descuentos para atraer a más clientes.

La afluencia de clientes en las rebajas, como es habitual, irá en descenso según pasen los días. Por esta razón desde la asociación de comerciantes animan a todos los pequeños y medianos empresarios del sector en la ciudad a que «hagan un esfuerzo» y abran sus puertas durante los sábados por la tarde en las fechas que duren los descuentos. Es importante, «y más en estas fechas, que las tiendas estén abiertas «cuando hay más gente en la calle, que es cuando más posibilidades hay de vender más». Sin embargo, lo que es una realidad es que lo que se haya comprado en los descuentos previos no se va a adquirir en las próximas semanas.

El próximo lunes 7 de enero, festivo en la ciudad y en toda la región porque mañana, Día de Reyes, es domingo, las tiendas de la ciudad podrán abrir en lo que es el último festivo de apertura de estas fiestas navideñas. La circunstancia de que muchas personas no tengan que incorporarse a sus puestos de trabajo y el primer día de rebajas provocan que desde Azeco se muestren «esperanzados», aunque «conscientes de que la situación es muy complicada».

La Asociación Zamorana de Empresarios de Comercio, Azeco, ha remitido a todos sus asociados una circular interna en la que se argumentan los motivos por los que se debe «hacer un esfuerzo» para que el lunes Zamora cuente con una amplia actividad comercial que permitirá empezar las rebajas con buen pie.

Entre las razones que se dan en esta carta destacan que es un día en que aun hay mucha gente de fuera en la ciudad, que no marcha hasta después de comer, y pueden aprovechar la mañana para realizar sus compras. También se argumenta que las grandes firmas ubicadas en Zamora van a abrir, «seguro», sus puertas, por lo que se insta a los pequeños comerciantes a «competir con lo que podamos». Además se pretende disminuir la ya clásica fuga de clientes a Salamanca y Valladolid, «que tienen que encontrarse las tiendas de Zamora abiertas para realizar sus compras» sin tener que coger el coche.