De las 28 plazas de las que dispone el centro social Madre Bonifacia solo cuatro están ocupadas por mujeres, una tendencia que parece estar cambiando, ya que «cada vez hay más mujeres que se ven en situaciones complicadas. Aún así, los hombres son los que más acuden a este tipo de ayuda social. A primeros de mes es cuando menos gente acude a comer al comedor social, porque algunos cobran la ayuda y pueden alimentarse durante unos días, el resto del mes el centro puede recibir hasta medio centenar de personas, «y si vinieran más, a más les daríamos, la comida no se la negamos a nadie».