La Junta «no renuncia» a la construcción del Palacio de Congresos en la zona de la Universidad Laboral, aunque el parón de más de tres años en las obras y el frenazo de la inversión pública hacen pensar que la reanudación de los trabajos va para largo. Entretanto, la instalación hoy de una grúa en la calle Jiménez de Quesada confirma el inicio de las tareas para asegurar la cimentación en la zona y «garantizar la seguridad» de los edificios colindantes, después de varias inundaciones y de surgir la alarma entre los vecinos. El remedio costará medio millón de euros. Una mirada atrás permite reflexionar sobre los problemas que han acabado por desbaratar uno de los proyectos «estrella» de la Administración regional en la capital.

t Los trabajos empiezan en 2008. En septiembre de 2008 arrancaron las obras para convertir el antiguo teatro de la Universidad Laboral en el núcleo de un ambicioso centro de congresos. El arquitecto Francisco Mangado combinó la recuperación del antiguo auditorio diseñado en los cincuenta por Luis Moya con un edificio de nueva construcción en forma de «L», con varias plantas subterráneas, aunque bañado por luz natural.

Por entonces, se habló de uno de los centros de congresos de mayor tamaño de la región, un proyecto de casi 12 millones de euros que fue adjudicado a la unión temporal de empresas (UTE) Teconsa-Construcciones Basante, con un plazo de ejecución de 30 meses. Los zamoranos contarían con un complejo de marcado acento turístico en el año 2010.

t Mayo de 2009, primeros problemas. El testimonio de los trabajadores del grupo Martínez Núñez -al que pertenecía la empresa adjudicataria- genera la primera alarma. La interrupción de los salarios demuestra los problemas de liquidez a los que se enfrenta la firma. Los primeros trabajos de cimentación se ralentizan hasta que, finalmente desaparece todo rastro de actividad en la zona.

t La quiebra de Teconsa. En la recta final del verano de 2009 surge la noticia. En medio de una galopante crisis económica, con efectos devastadores en el sector de la construcción, se confirma la quiebra de Teconsa. Aunque es la Junta de Castilla y León quien contrata los trabajos, aquel fin de semana, la propia alcaldesa Rosa Valdeón confirma el concurso de acreedores de la constructora y sus consecuencias en la paralización de las obras, problema que obligaba a la Junta a licitar de nuevo el proyecto. En efecto, la Administración regional confirma un par de meses más tarde que baraja dos soluciones: un nuevo concurso o que Construcciones Basante, miembro de la UTE, asuma la totalidad de los trabajos.

t Polémica por posibles daños y alarma social. El tiempo pasa y las noticias sobre la reanudación de los trabajos no acaban de llegar. Surgen las críticas de partidos políticos al entender que el abandono de las obras, expuestas a la intemperie, provoca «daños» en la cimentación. A principios de 2011, los vecinos de los edificios colindantes hacen pública su preocupación, al entender que las excavaciones realizadas y el parón en la construcción del inmueble puede afectar a sus propios inmuebles. La Junta, sin embargo, niega que la «laguna» que se forma en la estructura de hormigón ejecutada pueda verse dañada por el agua. Las quejas vecinales encuentran respuesta y los técnicos reparan los desperfectos generados en las calles anejas.

t Rebajar el presupuesto. El arquitecto responsable del proyecto apuesta a finales del año pasado por adaptar el diseño original a las posibilidades presupuestarias sin perder la filosofía inicial. La adaptación es «la única solución» para dar viabilidad al Palacio de Congresos, en medio del malestar social por los más de dos años que se cumplen entonces por el parón de los trabajos.

t Sin financiación. El golpe definitivo al futuro Palacio de Congresos surge en los presupuestos para 2013, presentados a mediados de este año. No hay ni un solo euro en las cuentas regionales para desbloquear el proyecto, lo que condena el espacio de congresos a la paralización final. Queda pendiente, no obstante, la consolidación de la zona de las obras, para «garantizar la seguridad» del perímetro. Así, el consejero de Fomento, Antonio Silván, confirma que estas tareas conllevan un gasto de 500.000 euros. Silván asegura que la Junta «no renuncia» a la infraestructura, aunque antes o después surgirá el debate sobre su viabilidad.

Un centro «estrella»

La Junta de Castilla y León se marca como objetivo recuperar las elegantes instalaciones de la Universidad Laboral de Zamora. El antiguo teatro, afectado por problemas de inundaciones años atrás, será convertido en uno de los auditorios con mayor capacidad de la ciudad. Será el epicentro de un complejo diseñado por el arquitecto Francisco Mangado, quien crea un proyecto vanguardista para completar las instalaciones originales.

9.000 metros cuadrados

Las obras previstas ocuparán casi 9.000 metros cuadrados entre las instalaciones creadas a mediados del siglo pasado por el arquitecto Luis Moya y el edificio de nueva construcción. Por ejemplo, el auditorio supera los 1.600 metros cuadrados, con dependencias para exposiciones de más de mil metros cuadrados. Algunos lo definen como uno de los centros de mayor amplitud en la región.

Tirón turístico

Zamora es una de las escasas ciudades que carece de centro de congresos, pese a estar integrada en el Spain Convention Bureau, un órgano dependiente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para potenciar los eventos de empresa en ciudades de tamaño medio. El Palacio de Congresos nació con la idea de cubrir este vacío, aunque será el nuevo teatro Ramos Carrión el que finalmente lo haga.