El zamorano, al que se le requisó un arsenal de 367 piezas en diciembre de 2008, de las que sólo 22 resultaron prohibidas, de guerra y reglamentarias sin licencia, condenado a 16 meses de prisión el día 3 de octubre, evitará su ingreso en la cárcel al aplicársele la sustitución de la pena por el abono de una multa de 3.120 euros. Deberá pagarla «en diez cuotas a razón de 300 euros cada una», además de otros 120 euros. En esos términos se dictó la sentencia firme del Juzgado de lo Penal, una vez que el acusado llegó a un acuerdo con la Fiscalía, por el que se le aplicaba el artículo 88 del Código Penal que indica que «excepcionalmente podrán los Jueces o Tribunales sustituir las penas de prisión que no excedan de dos años a los reos no habituales, cuando de las circunstancias del hecho y del culpable se infiera que el cumplimiento de aquéllas habría de frustrar sus fines de prevención y reinserción social».

En el fallo judicial se incluye en el apartado de hechos probados que el 17 de diciembre de 2008 en la entrada y registro del domicilio del imputado en la calle de El Riego, e inmuebles de la calle de San Torcuato y calle de Viriato, de las que era titular, se encontraron «diversas armas que tenía en su poder a sabiendas de su conducta ilícita y de que carecía de licencia y permisos necesarios para ello, careciendo las armas de su correspondiente guía de pertenencia y licencia».

En la sentencia dictada por la magistrada del Juzgado lo Penal se añade que en esa actuación policial, que se prolongó durante buena parte de la mañana y la tarde del 17 de diciembre, los agentes nacionales, algunos desplazados a Zamora desde otras comisarías, se incautaron de «diversas armas prohibidas y armas de guerra». Se detallan once pistolas semiautomáticas, con sus respectivas marcas y números de serie, la mayoría Star y Astra, y un revólver Llama. En cuanto a las armas de guerra que tenía en su poder, «cuya adquisición, tenencia y uso quedan prohibidas a particulares», se especifican dos «lanzagranadas marca Kanarr».

Por lo que respecta a las prohibidas por Ley se incluyen tres revólveres marca Astra y Llama; una ametralladora; una pistola marca Llama; dos semiautomáticas Astra; y un subfusil, de los que se da cuenta del número de serie correspondiente.

En el fallo se le condena «como autor directo de un delito de tenencia de armas prohibidas» del artículo 563 del Código Penal, en el que se castiga textualmente la posesión de esas y «de aquellas que sean resultado de la modificación sustancial de las características de fabricación de armas reglamentarias». El otro delito por el que se le condena es el de «tenencia de armas de fuego reglamentadas careciendo de licencias o permisos reglamentarios» y otro del 565, relativo a la imprudencia que implica la posesión de este tipo de artículos.

La juez ordena devolver al procesado varias armas de coleccionista, de varios siglos de antigüedad. Al tiempo, ordena requerir a la intervención de armas de la Guardia Civil para que determine qué armas de las encontradas en el domicilio del imputado y recogidas en el escrito de acusación le pueden ser devueltas.

El caso se tramitó inicialmente como un delito de tráfico de armas de guerra, debido al importante arsenal que la Policía Nacional halló en la vivienda del vecino de Zamora, natural de la capital, que fue investigado tras iniciarse diligencias en un juzgado de Palma de Mallorca contra el propietario de una tienda de objetos militares que, al parecer, vendía armas en pleno centro de la capital insular. Las escuchas telefónicas vincularon al zamorano con el mallorquín y le condujeron a prisión preventiva durante 3 meses.

Un arsenal en casa

La Policía Nacional entró en el domicilio e inmuebles del procesado el 17 de diciembre de 2008 y se encontró con un arsenal de 367 piezas, lo que le valió una imputación en un posible delito de tráfico de armas, entre ellas de guerra, que le condujo directamente a prisión sin fianza durante tres meses. Los agentes estuvieron toda una mañana y buena parte de la tarde sacando armas de las propiedades del imputado.

Investigación desde Palma

El zamorano, de 45 años de edad, se vio implicado en una investigación emprendida por una juzgado de Palma de Mallorca contra el propietario de una céntrica tienda de artículos militares, muy conocida en la capital insular, quien quedó en libertad con cargos, con quien mantenía una relación. Las escuchas telefónicas del mallorquín condujeron a los agentes hasta el ciudadano de Zamora capital.

Acusación de Fiscalía y acuerdo

La Fiscalía de Zamora exigió para el procesado tres años y seis meses de prisión por la tenencia de armas prohibidas y tenencia de ilícitas, una acusación que podría haberle llevado a la cárcel, por lo que su abogado negoció con el Ministerio Público para alcanzar un acuerdo.

Multa

Las negociaciones permitieron dejar la condena en ocho meses de prisión por cada uno de las infracciones indicadas, que se han sustituido por el abono de una multa de 3.120 euros, lo que evita el ingreso en prisión del imputado.