Aunque son las personas de alrededor de 50 años y sus familias las que copan las estadísticas de las oficinas de turismo, desde estos organismos también se viene percibiendo que cada vez son más las personas jóvenes que deciden pasar unos días en la provincia.

En este caso se trata de personas de alrededor de 25 años que no se sienten atraídas por el clásico turismo de sol y playa y que pasa unos días en el interior de la península.

En estos casos, según la Oficina de Turismo, no son ni la gastronomía ni los monumentos románicos los que hacen que estas personas veraneen en Zamora, sino las oportunidades de ocio que ofrece la naturaleza. De esta manera, este nuevo perfil de visitante visita la capital, pero sólo lo hace de paso, en muchas ocasiones sin parar siquiera a comer, para seguir su camino.

Este tipo de turismo se viene dando como novedad en los últimos años, ya que permite veranear un número considerable de días con poco presupuesto, en parte debido al escaso coste de los alojamientos, que en muchas ocasiones son campings ubicados en ciertos puntos de la provincia.

Estrella Torrecilla apunta que uno de los grandes atractivos que ofrece la provincia para este tipo de visitante es el Lago de Sanabria. Las personas que buscan este turismo de la naturaleza pasan un tiempo por esta zona de la provincia y eligen hospedajes que estén próximos a su destino. Así, en la Oficina Municipal de Turismo se está constatando que muchos turistas «visitan Zamora pero luego no se quedan a dormir aquí, si no que tienen el alojamiento en algún pueblo de la provincia».

Hace unos años este fenómeno no se daba, ya que los visitantes que recibía la ciudad pasaban como mínimo una noche en uno de los hoteles de la zona, mientras que ahora vienen de paso y se marchan el mismo día que llegan.