La crisis económica y la falta de relevo generacional son dos de los principales factores que han provocado el cierre de comercios emblemáticos situados en calles tan céntricas como San Torcuato, una de las arterias comerciales más importantes de la capital durante décadas.

«Tras tres o cuatro generaciones, algunos negocios se encuentran con que sus descendientes no quieren seguir con el negocio, lo que acaba desembocando en el cierre de los mismos», reconoce el responsable de la patronal del comercio, José María Esbec. A esta falta de relevo generacional se suma el descenso de ventas causado por la crisis, que pone en riesgo la viabilidad de un gran número de negocios. Unas dificultades que han conllevado un descenso de los precios de alquiler de los locales.