Alrededor de 600 personas, según la organización, participaron en el Rosario de la Aurora que partió ayer a las 06.30 horas de la Plaza Mayor en dirección hacia la iglesia de María Auxiliadora, donde se celebró una eucaristía. El acto religioso lo presidió el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, quien instó a los fieles a que no se avergonzasen de su fe, e incidió en sus tres aspectos principales: Testimonio, celebración y caridad. Por otro lado, la organización del Rosario se muestra satisfecha con la participación lograda, pero dado que en los últimos años la cifra de asistentes se mantiene estable, «nos hemos propuesto un punto de inflexión», indican.